lunes, 28 de diciembre de 2015

MIS TEXTOS: "Giovanna " parte 2

 Nunca me sentí más incómodo, y creo que ella tampoco la pasaba muy bien con mis torpes "avances". Por suerte las cervezas se terminaron y Manuel envió a las chicas por más. Esperamos casi una hora, pero  ellas ya no volvieron. 


—Nos la han hecho –comentó Manuel, aunque no note en él ningún disgusto, era como si lo esperaba de antemano.

Me despedí de mi amigo y caminé unos cuantos pasos hasta llegar a mi casa. Eso sí, estuve pensando en ella toda la semana, creí que no iba a volver a verla, pero la situación se presentó.

Aquel día salí de la escuela temprano, hubo una actividad y regresaba a casa con una “pollada”. A pocas cuadras de llegar,  me la encontré y aunque quería hablarle, también se me sentía mal por lo que había pasado.

Una sonrisa afable y un beso en la mejilla abrió la conversación. Saqué el pollo de la mochila y lo compartimos sentados en la vereda, sin platos, sin cubiertos ni servilletas. Fue una tarde grata, inolvidable, sin presión de ningún tipo. Nos despedimos y quedamos en vernos otro día.

Nunca la volví a ver y no entendí el porqué hasta escuchar sin querer una conversación entre mis padres.

—Ha vuelto de nuevo a buscarlo –le hablaba mi madre a mi padre entre preocupada y molesta.

—Le dije que ya no volviera, parece una polilla —contestaba mi padre, pasaría todavía algún tiempo para que yo entendiera el significado de lo que decían.

Tal vez mis padres hicieron lo que creían correcto, pero de seguro si la volviera a ver la volvería invitar  a comer en esa desgastada vereda.


1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida está llena de experiencias, agradables o no, siempre son intensas e inolvidables.