martes, 1 de noviembre de 2011

VIDEO: MIKA y su "Relax, take It easy"

CINE: "DON GATO" de Alberto Mar


Para todos aquellos que lo conocimos de niños, !Un gran estreno!

UNA FRASE

"ALGUNOS HOMBRES TRIUNFAN PORQUE ESTÁN DESTINADOS A ELLO, PERO LA MAYORÍA DE HOMBRES TRIUNFAN PORQUE ESTÁN RESUELTOS A TRIUNFAR".

Anónimo

LITERATURA: "MONIGOTES"


Desde niño me gusta dibujar monigotes.
Así me entretengo cuando estoy aburrido,
cuando nadie me mira, cuando espero
impaciente el menú del restaurante.
Algunos tienen nombre propio, bichos
que apenas sobreviven en el trazo, en
la corta vida que el papel les concede.
Ellos me acompañan. Llaman a la puerta
a cualquier hora, y yo siempre los recibo.
Llevo a todas partes una pluma, no vaya
a ser que los escuche y no tenga cómo
darles forma. Nunca piden nada a cambio.
Ellos bailan felices en manteles, boletos,
servilletas, y luego -así como han llegado-
se despiden. La gente cree que la pluma
es para anotar versos, apuntes misteriosos
que se les ocurren al poeta. No sabe que
nunca escribo apuntes, que los monigotes
me visitan cuando suena la música
del mundo. Y yo no pueda escucharla.

Eduardo Chirinos

QUE PASÓ ESTA SEMANA


Terminó la novela. Hace pocas horas el cuerpo de Ciro Castillo fue sepultado. Las investigaciones continúan, sin embargo, todo apunta a que se trataría de un accidente. Finaliza así una historia parecida a aquellas historias por entrega que se hacian a fines del siglo XIX, aquellas que periódicamente se iban armando según las expectativas de los lectores. Termina una historia donde todos los personajes disciplinadamente seguían su guión, donde incluso nosotros, apasionados lectores, interactuamos con los personajes.
Fue tan buena la historia que la misma Rosario Ponce, que como todo parece indicar es inocente, tardará mucho tiempo en dejar su personaje, si alguna vez lo deja. Terminó la historia, al menos para Ciro Castillo, mañana nos buscaremos otra.

UN TEXTO AMIGO: "PEPITO Y EL PATITO FEO"


PEPITO Y El PATITO FEO
Como cada verano de playa y de riquísimos helados, los niños disfrutaban sus vacaciones persiguiendo las olas del mar. Pepito no era la excepción, estaba feliz de pasar el verano en la casa de playa con su mamá y de no estar en la escuela, pues sus compañeros lo molestaban por ser el más pequeño y flaquito de la clase.
Pronto terminaron las vacaciones y la mamá de Pepito tuvo que llevarlo con su papá. Su padre vivía en una granja y había formado otra familia, situación que molestaba mucho al niño.
Pepito, disgustado por estar en la granja, se aisló totalmente de su papá y hermanos, no aceptaba que sus padres se hubieran separado y menos tener otra familia. Prefirió pasar su tiempo observando a los animales en particular a los patos, se la pasaba siguiéndolos y tratando de entenderlos.
Justo en ese verano en la granja a la Señora Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral estaban deseosas de ver a sus patitos, que siempre eran los más guapos de todos. Pepito observaba y compartía el entusiasmo de todos los animales de la granja por tal acontecimiento.
El gran día por fin llegó, los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se congregaron ante el nido para verlos por primera vez. Uno a uno fueron saliendo hasta seis preciosos patitos, cada uno acompañado por los gritos de alborozo de la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo, el más grande de los siete, aún no se había abierto.
Todos concentraron su atención en el huevo que permanecía intacto, incluso los patitos recién nacidos, esperando ver algún signo de movimiento. Pepito también esperaba con expectativa la venida del único patito que se había tardado tanto en salir.
Poco a poco el huevo comenzó a romperse y de él salió un sonriente patito, más grande que sus hermanos, pero ¡oh, sorpresa!, era un patito tan feo.
La Señora Pata se moría de vergüenza por haber tenido un hijo así, y le apartó con el ala mientras prestaba atención a los otros seis. Pepito sintió un gran asombro al observar la fealdad del pato, pero se desilusionó más porque pensaba que entre los animales que habitaban el corral no existía discriminación .
El niño observó que el patito se quedó tristísimo porque se empezó a dar cuenta de que allí no lo querían. Pepito se acordó que en la escuela nadie lo quería porque era el más chiquito y flaquito. Él sabía lo difícil que era pasar por esa situación.
En aquel momento decidió acercarse más al patito feo, quería hacerle sentir que no estaba sólo.
Pero pasaron los días y su aspecto no mejoraba, al contrario, empeoraba, pues crecía muy rápido y era flacucho y desgarbado, además de bastante torpe el pobrecito. El patito feo por más que sentía que Pepito estaba a su lado se sentía muy triste al no ser aceptado por su familia.
Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se reían constantemente de él llamándole feo y torpe.
El patito decidió que debía buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de verdad le quisieran a pesar de su desastroso aspecto. Una mañana muy temprano, antes de que se levantase Pepito, huyó por un agujero del cercado.
Así llegó a otra granja, donde una vieja le recogió y el patito feo creyó que había encontrado un sitio donde por fin le querrían y cuidarían, pero se equivocó también, porque la vieja era mala y sólo quería que el pobre patito le sirviera de primer plato. También se fue de aquí corriendo.
Pepito, al darse cuenta que el patito feo ya no estaba, lo busco incansablemente, pero regresaba cada tarde triste a la granja porque no lo encontraba.
Llegó el invierno y el patito feo casi se muere de hambre, pues tuvo que buscar comida entre el hielo y la nieve y tuvo que huir de cazadores que pretendían dispararle. Pepito lo encontró y lo quiso llevar a la granja, pero patito no quería así que entendió que lo debía dejar pero regresaría todos los días a visitarlo.
Al fin llegó la primavera, el patito y Pepito pasaron por un estanque donde encontraron las aves más bellas que jamás habían visto hasta entonces. Eran elegantes, delgados y se movían con tanta distinción que el patito se sintió totalmente acomplejado porque él era muy torpe. Pepito lo animó para que se acercara a ellas, como no tenía nada que perder se acercó y les preguntó si podía bañarse también.
Los cisnes, pues eran cisnes las aves que el patito vio en el estanque, le respondieron:
- ¡Claro que sí, eres uno de los nuestros!
A lo que el patito respondió:
-¡No os burléis de mí! Ya sé que soy feo y desgarbado, pero no deberíais reír por eso...
- Mira tu reflejo en el estanque -le dijeron ellos- y verás cómo no te mentimos.
El patito se introdujo incrédulo en el agua transparente y lo que vio le dejó maravillado. ¡Durante el largo invierno se había transformado en un precioso cisne! Aquel patito feo y desgarbado era ahora el cisne más blanco y elegante de todos cuantos había en el estanque.
Así fue como el patito feo se unió a los suyos y vivió feliz para siempre. Pepito feliz por ver a su amigo con su verdadera familia regresó a la granja y se integró a su nueva familia viviendo feliz, al igual que su amigo, el patito feo.
FIN

Maira Pautrat

ARTE



Ilustración de Caperucita Roja (1867) una de las tantas memorables obras de Gustave Dore, el reconocido artista frances.

viernes, 30 de septiembre de 2011

VIDEO: Amy Mcdonald y su "This is the life"

CINE: "Camino a la Libertad" de Jordi Revert



Una larga travesía que va desde Siberia hasta la India

UNA FRASE

"LA PRINCIPAL VENTAJA DE LA JUSTICIA Y DE LA BUENA FE, ES HACER INÚTIL LA FUERZA".

Plutarco

LITERATURA: "VENADITO DE LOS MONTES"



Venadito de los montes,
seamos amigos, porque
el puma acecha y acecha,
venadito de los montes.

Te daré agüita en el mate
de mis manos, y hierbita
arrancada por mis manos,
venadito de los montes.

Tú me lamerás la cara.
Yo te acariciaré el lomo.
Saldremos todas las tardes,
venadito de los montes.

Cuando me muera o te mueras
(¡tendremos vida de lloque!)
estaré solo o tú solo,
venadito de los montes.

Mario Florian

QUE PASÓ ESTA SEMANA



Hace unos años, mientras caminaba a lado de una de mis bellas amigas por el centro de la ciudad, ella repentinamente se asustó y me pidió que abordaramos rápidamente un bus que se detuvo para recoger pasajeros. En aquel momento no entendí lo que pasaba, hasta ver de lejos una gigantesca turba de delincuentes transitando por el centro de la pista, sin importar el tráfico y sembrando el miedo entre transeuntes, pasajeros y dueños de los comercios circundantes. Estos desadaptados se hacen llamar barristas y tras este rótulo justifican toda clase de delitos que van desde el robo hasta el asesinato, asesinato como el de un barrista del equipo contrario, al que lanzaron desde un palco al pavimento.

Ya basta de violencia, es tiempo que nuestras autoridades pongan en la cárcel a estos desadaptados, aunque la responsabilidad no es sólo de los barristas, tras esos barrotes también deben estar todos aquellos que han impregnado de rencor y violencia a un espectáculo tan hermoso como el fútbol.

MIS TEXTOS: "MOISES"




Se iniciaba el verano, temporada de vacaciones, recién había terminado de almorzar y me dirigía a tomar la siesta, alguien llamó a mi puerta. Al abrir encontré a una mujer muy humilde acompañada de una pequeña niña, le pregunté que quería y con ese tono de confianza que tiene la gente sencilla del interior de nuestro país me dijo:
—Joven, mire lo que encontré, este animalito debe ser suyo.
Fue la primera vez que vi a mi pequeño amigo, en las manos de aquella mujer había un pequeño loro que seguramente por falta alimento estaba a punto de desfallecer, yo sabía que no era mío, ella también, pero que importaba, le di a aquella mujer unas cuantas monedas, que para ella debieron suponer un tesoro, por la sonrisa que se dibujo en su rostro.

Subí a mi nueva mascota a la segunda planta, le busqué un poco de agua y alimento, pero el pobre animalito apenas podía tenerse en pie, menos volar, tuve que llevar el tazón a su pico para que pudiera beber, lo mismo pasó con la comida, aunque el desagradecido me mordió, pero su debilidad hizo que pareciera una caricia.

Moisés había llegado a casa, se supone que yo me iba a hacer cargo de él, pero el nene se convirtió en el engreído de mi madre y mis hermanas. Los cuidados que le prodigamos hicieron que rápidamente se recuperará, ganó en tamaño y sus colores parecían brillar.

Mientras nuestros pequeños pericos estaban condenados a dormir fuera de casa, Moisés tenía jaula individual, apenas oscurecía se le guardaba en casa y pobre de aquel que osará molestarlo, nos amenazaba con su afilado pico. En la mañana, como un niño, gritaba para que se le deje salir y tenía tanta comida que apenas mordisqueaba sus granos de choclo, granos que con gusto comían una docena de periquitos. El pequeño plumífero se había convertido en monarca de nuestras mascotas, y pensar que ingresó como mendigo.

Una de las pocas veces que olvidamos guardar la jaula de nuestro amiguito, gente de mal vivir trepó a nuestro balcón y se lo llevó, creo que el rencor es un sentimiento que no debe ingresar en nuestro corazón, pero debo reconocer que en aquel momento lo sentí.

Ya es tiempo de conseguir un lorito.

BETO

ARTE



"Jóvenes tahitianas con flores de mango" Obra del mayor pintor neoimpresionista de todos los tiempos, Paul Gauguin. Esta obra se encuentra en el Metropolitan Museum of Art de New York

jueves, 1 de septiembre de 2011

CINE


"El árbol de la vida" de Terrence Malick, ganadora de La Palma de Oro en el Festival de Cannes 2011

UNA FRASE

"SE PUEDE CONOCER MÁS A UNA PERSONA POR LO QUE HABLA SOBRE LOS DEMÁS, QUE POR AQUELLO QUE LOS DEMÁS DICEN DE ELLA".

Leo Aikman

LITERATURA: "LA HERMANA MELANCOLÍA"


En un convento vivía
una monja que pasaba
por santa, y que se llamaba
la hermana Melancolía:
fruto de savia tardía
que olvidó la primavera,
su rostro de lirio era,
y sus pupilas umbrosas
dos nocturnas mariposas
de ese lirio de cera.

Nadie la vio sonreír
porque quiso, en su entereza,
ennoblecer de tristeza
la ignonimia de vivir;
tan sólo cuando al morir,
miró la faz del Señor,
arrojando su dolor
como se arroja una cruz,
mostró en su frente la luz
de un relámpago de amor.

Y aquella monja sombría
que nunca sonrío
cuando en su cripta durmió
sonreía, sonreía...

Hermana Melancolía,
dame que siga tus huellas,
dame la gloria de aquellas
tristezas; ¡oh taciturna!
Yo soy un alma nocturna
que quiere tener estrellas.

Amado Nervo

QUE PASÓ ESTA SEMANA


En unos días se cumplen 160 días de la desaparición de Ciro Castillo y aunque todos los días se pierden personas, este caso ha acaparado la atención de la opinión pública por muchas razones.

Una joven pareja de clase media acomodada que realiza un viaje de placer al interior del país, travesía que tiene como epílogo la desaparición de uno de los jóvenes en los inhóspitos parajes del Cañón del Colca.

A veces la realidad supera a la ficción y este caso lo demuestra, sin querer sus protagonistas han configurado una rica historia que puede enfocarse de diversos ángulos: literatura, sicología, sociología...

Me parece estar leyendo uno de los cuentos del gran Allan Poe, donde todos jugamos apasionadamente al investigador, formulando las más diversas hipótesis para dar respuesta al misterio; condenando anticipadamente al culpable; y por suerte para Rosario, aún no ajusticiándolo.

Proyección, morbo, desplazamiento, distracción... son múltiples las motivaciones que nos llevan a participar en este juego, lástima que no exista un C. Auguste Dupin para darle una mano a nuestra policía y aclarar de una vez el misterio de una historia que ya se está haciendo muy larga.

BETO

MIS TEXTOS: "VISITA AL ALBERGUE"


A veces creemos que nuestros problemas son demasiado grandes y nos quedamos sumergidos en ellos, sólo basta “mirar atrás”, como en la vieja fábula, para ver los afortunados que somos y cambiar de actitud.
— ¿Qué les parece si aprovechamos este fin de semana para hacer alguna obra, propuso uno de nuestros animadores en el proceso de confirmación.
— ¿Hacer alguna obra?
—¡Claro! —respondimos al unísono.
—Podemos ir a algún albergue —sugirió uno de mis compañeros.
La idea pegó en el grupo de catequesis. El albergue elegido fue uno que brindaba atención a enfermos mentales. La idea era prestar ayuda, pero la falta de experiencia puede convertir la ayuda en estorbo, los trabajadores de aquel lugar debían tener esto bien claro, pues para evitarse problemas y tenernos bien lejos nos enviaron a trapear el patio.
Era un patio inmenso, parecía patio de colegio, pero aprovechando nuestro número y la buena onda, la cosa se hizo agradable. Además éramos un grupo mixto y los juegos con agua no se hicieron esperar. Terminada la faena pudimos conocer a los internos, para la mayoría de nosotros aquella visión nos causó gran impacto, frente a nosotros teníamos a verdaderas figuras fantasmales.
No recuerdo quién dio la idea, creo que fue uno de los trabajadores, pero pronto apareció ante nosotros una radio y luego nos vimos en medio de un baile. Nuestras chicas, como siempre, y en todo lugar, alborotaron la pista, los internos tampoco se quedaron atrás, lo disfrutaron, esa era la idea y para eso fuimos. Como en todo baile hubo más un de un meloso, y no sólo con las chicas, pero pudimos manejarlo.
Es extraño, en aquella edad, donde muchos chicos y chicas, aún vivíamos la “edad del pavo” y no pisábamos la calle así nomás, al final de aquel día, estropeados y húmedos, regresamos contentos a casa, incluso, en mi caso, caminé casi una hora con mis pares comentando las incidencias de aquella inolvidable jornada.


ARTE

"La rendición de Breda" (1635). Otra de las grandes obras de Velázquez. Se exhibe en el Museo del Prado de Madrid.

domingo, 31 de julio de 2011

CINE: "RISE OF THE PLANET OF THE APES"

UNA FRASE

"EL DINERO NO HA HECHO TODAVÍA UNA PERSONA FELIZ Y TAMPOCO LO HARÁ; NO HAY NADA EN SU NATURALEZA QUE PRODUZCA FELICIDAD. MIENTRAS MÁS DINERO TENGA UN HOMBRE, MUCHO MÁS DINERO DESEA. EN LUGAR DE LLENAR UN VACÍO, LO CREA".

Benjamín Franklin

LITERATURA: "LA PALABRA"

Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan... Me posterno ante ellas... Las amo, las derrito... Amo tanto las palabras... Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen... Vocablos amados... Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras... Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema... Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo,las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto... Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola... Todo está en las palabras... Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que la obedeció... Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigar de patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas y recientísimas... Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada... Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos... Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz, que nunca más se ha visto en el mundo... Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a los que ellos traían en sus grandes bolsas... Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra... Pero a los bárbaros se le caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes... El idioma. Salimos perdiendo... Salimos ganando... Se llevaron el oro y nos dejaron el oro... Se llevaron todo y nos dejaron todo... Nos dejaron las palabras.

Pablo Neruda [De Confieso que he vivido]

QUE PASÓ ESTA SEMANA


Llegarón las fiestas patrias y un espíritu cívico se apoderó de nuestra población, a esto hay que añadirle el cambio de gobierno, del cual se tienen muchas expectativas.
Todos queremos un país mejor, pero los países "mejores" no son los que tienen más recursos naturales, nuestras cercanas Bolivia y Venezuela están llenas de ellos. Tampoco los que tienen mejor ingreso per cápita, en Japón y Finlandia abundan los suicidios infantiles. Los países "mejores" son los que tienen mejores ciudadanos, mejores personas.

Aprovechemos parte del tiempo libre que vienen con estas fiestas para pensar en lo que estamos haciendo mal, en aquello que podemos mejorar. Tal vez ya sea tiempo de un cambio.

MIS TEXTOS: "EL DESFILE INTERNO"


Los desfiles internos que realizamos en la escuela por fiestas patrias siempre alteran mis nervios, la causa: mis pupilos están muy lejos de ser intrépidos y marciales, los pobrecillos no tienen culpa, ellos imitan a quién tienen frente, culpable es el maestro que les tocó, uno que tiene poco de soldado y mucho de poeta.

Mientras pasaba revista a mi desordenada tropa reconocí a un pequeño bribón, causante de haberme causado más de un dolor de cabeza, así que buscando prevenir alguna “catástrofe” decidí separarlo del batallón, para ello le asigné la tarea de llevar las mochilas que algunos de sus compañeros habían olvidado dejar en el aula. Solucionado el problema, y esperando esta vez un desempeño decoroso, nuestro batallón inicio la marcha, conmigo a la cabeza.

La sonrisas primero y las carcajadas de los asistentes después se me hacían inexplicables -tampoco marchábamos tan mal, pensé- al girar la cabeza y mirar hacia atrás encontré mi respuesta: nuestro batallón era el único que viajaba con provisiones, detrás de sus compañeros, y sin perder el paso, venía el niño al que encargué las mochilas, el chicuelo a pesar de estar todo cubierto de bultos movía a duras penas los brazos y se esforzaba por marchar… y no lo hizo tan mal.

Beto

martes, 28 de junio de 2011

CINE: "TRANSFORMERS, EL LADO OSCURO DE LA LUNA"

UNA FRASE

"EL HOMBRE JAMÁS PODRÁ SER FELIZ SI NO ALIMENTA SU ALMA TAL COMO ALIMENTA SU CUERPO".

El Rebe

QUE PÁSÓ ESTA SEMANA


A pocos días para que el nuevo gobierno tome las riendas del Estado, el país se encuentra una vez más convulsionado por una serie de protestas y reclamos en el interior, específicamente de las regiones más “remotas”.

Ojo digo remotas y no pobres, remotas porque el principal problema que existe en nuestro país es la distancia, no la geográfica sino aquella distancia entre individuos que no se comunican, que van por "cuerdas separadas" y por ende nos son conscientes de las necesidades y aspiraciones del otro; todo ello fruto de nuestro ancestral centralismo.

Sería muy fácil culpar al conquistador español, pero ya pasó demasiado tiempo, ya no es excusa, la culpa es nuestra, de nuestros gobiernos por no estructurar hasta ahora un nuevo proyecto de país, un país que crezca armónicamente y no un monstruo con una gran cabeza y pequeñas extremidades.

La fórmula de los gobiernos de turno es hacer concesiones para aplacar los ánimos, pero en algún momento esto será insostenible. La regionalización ya no es una aspiración, es una necesidad urgente e impostergable.

LITERATURA:"VÚLCOR, EL DRAGÓN".


Érase una vez un dragón que guardaba una esfera mágica en su guarida. La fiera se llamaba Vúlcor, ofrecía un aspecto tan bello como terrible y vivía en la más inclemente soledad desde hacía cientos de años. Los más esforzados caballeros intentaban darle muerte desde tiempos inmemoriales para arrebatarle el tesoro que con tanto celo velaba y ofre­cér­se­lo a las damas de sus respectivos sueños, pues la le­yenda aseguraba que, amén de tener un incalculable valor, nada en el mundo la supe­raba en belleza. El dragón, por su parte, la había conseguido en la noche de los tiempos bajo las cristalinas aguas del lago del rei­­no del Hada del Norte, cuando aún era un joven arrogante y hambriento de gloria, pues habéis de saber que estos gigantescos animales, que no siempre han sido enemigos de los hombres, son hijos de los dioses, y además de volar con sus enormes alas y echar grandes columnas de fuego poseen un gran valor e inteligencia.

Pero un gnomo de las montañas le informó un mal día de que los seres humanos habían capturado a la dulce Indaín, su fiel compañera, y la habían dado muerte entre atroces tormentos. Vúlcor les declaró una guerra sin cuartel y asoló una tras otra todas sus poblaciones, pasándolas a sangre y fuego, sin que su sed de venganza pareciera saciarse jamás. Los hombres, impotentes para escapar de tan poderoso enemigo, intentaron en vano aplacar a Vúlcor ofreciéndole numerosos sacrificios de muchachas vírgenes, mas la ira del dragón era terrible y en su alma ya no existía un resquicio donde se pudiese albergar la clemencia. Su dolor era infinito y la esperanza había abandonado su corazón.

Así las cosas, los aterrorizados humanos suplicaron a Tilan, la reina de las ninfas del bosque de Tirain, que les ayudase. Ésta, compadecida por sus sufrimientos, concertó una entrevista con Vúlcor en las montañas de Zebael, donde las nieves reinan eternamente y en las que el tiempo transcurre con más lentitud que en ningún otro lugar del universo.

Tilan, que acudió a la cita escoltada por sus ninfas gue­rre­ras, intentó en un momento que creyó propicio tocar el corazón herido de Vúlcor con una varita mágica de avellano con el fin de que recuperara la bondad y la paz perdidas, pero el dragón interpretó aquel gesto como un ataque de la reina y res­pondió con la velocidad del rayo, abrasando en el acto a Tilan y a todas sus ninfas, excepto a dos de ellas, Lunti y Radka, que, aunque malheridas, consiguieron huir y llegar al reino del Hada del Este. Al punto, la noche se apoderó del bosque de Tirain y los fértiles campos de los humanos se tornaron yermos y estériles, abriendo el paso a largos años de terribles hambrunas y penosas enfermedades.

Las ninfas relataron cuanto había acontecido al Hada del Este, quien, a pesar de albergar en su pecho un noble corazón, no se interesaba en absoluto por los asuntos de los humanos, a quienes consideraba seres insignificantes, egoístas y de­sa­gra­de­ci­dos. No obstante, como sentía un gran aprecio por las ninfas, decidió ayudar en esta ocasión, y mandó un mensaje a su hermana el Hada del Sur, que era como las llamas, impetuosa pero cambiante, solicitando su colaboración. Juntas, y en compañía de las guerreras Lunti y Radka, se encaminaron a Zebael en busca del terrible Vúlcor, que permanecía entre las nieves llorando amargamente la ausencia de su amada.

Pero el Hada del Sur, cuando advirtió cuán inmenso era el poder de Vúlcor, decidió cambiar de bando. Así, cuando su hermana y las dos ninfas estaban a punto de convencer al dragón de que perdonara a los humanos, pues su destrucción no mitigaría su dolor ni le devolvería a su amada Indaín, aconsejó al dragón que no abandonara la senda de violencia y destrucción que había iniciado y que no se dejara embaucar por el Hada del Este y sus acompañantes, pues habían hecho un pacto con los hombres para acabar con él. Además, le aseguró que ella le prestaría su apoyo si luego él la ayudaba a derrocar de sus tronos a sus tres hermanas, el Hada del Este, el Hada del Norte y el Hada del Oeste, para reunir ella en sus manos todo el poder del universo.

Sorprendidas por la traición, el Hada del Este y las ninfas no tuvieron tiempo de defenderse del fulminante ataque del dragón. Sólo Radka, simulando estar muerta, logró escapar de su furia, y cuando se creyó a salvo emprendió el camino del reino del Oeste en busca del Hada que lo gobernaba.

El Hada del Oeste no prestó ninguna atención a Radka, pues no podía creer que su hermana hubiera sido capaz de una maniobra tan miserable y mezquina, aunque es sabido que, en numerosas ocasiones, aquellos en los que más confiamos son quienes nos traicionan, va­lién­dose de esa confianza que consi­de­ramos recíproca. Además, al buen Hada del Oeste, pacifista por naturaleza, nunca le agradaron las ninfas guerreras, pues defendía con ardor que los problemas que aquejan al mundo pueden arreglarse mediante el diálogo.

Pocas jornadas más tarde, Vúlcor se presentó ante las puertas del castillo en compañía del Hada del Sur y con un numeroso ejército de horribles criaturas. Cegada por la ambición, el Hada del Sur acabó con la vida de su hermana y aquel reino de paz y amistad fue destruido y saqueado sin piedad. Una vez más, la valerosa Radka consiguió escapar de la muerte, esta vez gracias a su destreza con la espada, y se encaminó al único lugar seguro que conocía, el reino del Hada del Norte, la más sabia y serena de las cuatro hermanas.

El Hada del Norte sí creyó la historia que le contó Radka, y mandó a su pueblo que se preparara para repeler el inminente ataque, pero el Hada del Sur, que la conocía muy bien, intentó engañarla ocultando al dragón y sus huestes en la espesura de los bosques cercanos. Había planeado pasar la velada con su hermana y, aprovechando un descuido, clavarle una daga emponzoñada en la nuca, que es de la única manera que se puede matar a un hada, pero Radka, que había permanecido oculta detrás del trono de marfil de la reina del mundo del Norte, alcanzó con una de sus flechas de plata al Hada del Sur cuando ésta ya se disponía a acabar con la vida de su hermana. El Hada del Norte decidió silenciar la muerte de la traidora y, adquiriendo la apariencia de ella, se dirigió al encuentro de Vúlcor y su cohorte de sicarios.

Cuando se reunió con ellos en un claro del bosque, les explicó que el Hada del Norte ya no exis­tía, por lo que todo el poder del universo se encontraba en sus manos, y ordenó al ejército de oscuras criaturas que regre­saran a sus cavernas, y a Vúlcor le conminó a que retornara a las montañas de Zebael y a que cesara en su castigo a los humanos. Le aseguró que su alianza hallaría sobrada recompensa si se sumergía en el lago y recuperaba para ella una esfera cuajada de piedras preciosas de la que un día surgiría Antel, una hermosa hembra de dragón que le haría olvidar a su llorada Indaín.

Vúlcor escuchó atentamente el extraño discurso del Hada, y tras unos instantes de intensa duda se zambulló en las aguas del lago, sacando entre sus garras la preciosa y preciada esfera. Una vez que la tuvo en su poder, exclamó furioso:

–¿Acaso me tomas por un necio humano y piensas que voy a creerme que de esta esfera brotará mi nueva compañera? Mi amor está muerto para siempre y con él yace mi corazón. –El dragón sonrió con malicia–: No obstante, me quedaré con esta ba­ra­ti­ja que, al parecer, tanto aprecias.

Y al tiempo que decía esto, atacó con suma ferocidad y sin previo aviso al Hada del Norte. No obstante, ésta, más prudente que sus hermanas y avi­sa­da por Radka, sí estaba preparada para un eventual ataque de la bestia y logró repelerlo.

Cien días con sus cien noches duró el atroz combate, al cabo de los cuales el Hada del Norte consiguió herir al dragón y cortarle sus alas mágicas, pero a pesar de la gravedad de las heridas, Vúlcor logró escapar de la muerte y huir a sus eternamente nevadas montañas de Zebael con la esfera en su poder.

El Hada del Norte regresó consternada a su palacio, donde Radka, que no entendía el motivo de su aflicción toda vez que la victoria le había sonreído en la pelea, le preguntó el por­qué de su congoja.

–En efecto, querida Radka, he derrotado al dragón, pero él se ha llevado la esfera que le ofrecí como se­ñue­­lo, y con ella ha desaparecido, además de buena parte de la ri­que­za del reino, nuestra propia esencia. Él permanecerá durante muchos años en su refugio curando sus heridas, pero sanará y durante ese tiempo su rencor crecerá tanto como su deseo de venganza. Es fundamental que recuperemos la esfera, pues de lo contrario nuestro mundo desaparecerá, pues ella lo protege y no puede estar más de quinientos años alejada de las aguas del lago.

–¿Y qué podemos hacer, señora?

–Prácticamente nada, pues yo soy el único ser capaz de derrotarlo, pero mi padre, el dios de los vientos, no me permitiría abandonar jamás los confines del reino.

–En ese caso, permitidme a mí, la última ninfa del bosque de Tirain, que intente recuperarla...

–No, mi valiente guerrera, tú no puedes arriesgarte más de lo que ya lo has hecho, porque si murieras tu estirpe se extinguiría contigo. Has de buscar un duende en el bosque de Tirain, tal y como hicieron tus mayores, y alumbrar con vuestra luz hasta el último rincón del reino, devolviéndole la vida que perdió con la muerte de Tilan.

–¿Y de qué nos servirá si estamos condenados a desaparecer dentro de quinientos años?

–Ganar un tiempo precioso hasta que encontremos el remedio a nuestros males. Por otra parte, existe una solución, aunque de muy difícil realización: propaga la historia entre los mortales, pues también un valeroso caballero puede arrebatarle la esfera venciéndole en combate o un hombre de buen corazón convencerle para que se la entregue voluntariamente.

* * *
De esta manera fue como el Hada perdió su esfera y pasó a manos de Vúlcor, que la custodiaba en una tenebrosa caverna en los confines de Zebael sin saber cuál era su valor ver­da­de­ro. Y así fue como los más ambiciosos y audaces entre los ca­ba­lle­ros andantes, generación tras ge­ne­ra­ción, par­tían en su busca, pero todos ellos acababan muriendo bajo sus garras o abrasados por el fuego del dragón.

El Hada del Norte, después de muchos esfuerzos, consiguió romper el maleficio que pesaba sobre los campos de labor. Por su parte, Radka se unió al duende Goray y pobló junto a él de luz y nuevas ninfas y duendes el bosque de Tirain. Pero el principal problema, la recuperación de la esfera mágica, pa­re­cía no tener solución, hasta que un día...

... Hasta que un día Radka y Goray se toparon con un niño pelirrojo muy triste que se encontraba llorando tumbado sobre la hierba de la orilla de una charca verde al pie de las montañas.

–¿Qué haces tan lejos de tu casa, pequeño humano? –le pre­guntó Radka, envolviéndole en una nube de estrellas.

El niño, entre sollozos, le contó que ya no le quedaba nadie en el pueblo, pues sus padres habían muerto ahogados en el río que lo cruzaba, y que no perdonaba ni quería a los dioses por habérselos llevado de su lado, y que tampoco quería al resto de los niños porque ellos sí tenían padres que los criaban, los amaban y jugaban con ellos.

Radka sintió que una viva luz iluminaba su interior y, sin poderse contener, lanzó sobre el niño una miríada de estrellitas púrpuras que lo levantaron en volandas.

–¡Radka, deja al niño en paz! –protestó Goray alarmado–. Te conozco muy bien, no me mires así... ¿No pensarás en serio que este mocoso conseguirá lo que no han logrado los guerreros más curtidos ni los hombres más santos de la Tierra, verdad?

–¡Cállate, Goray, pues ciertamente eres el más necio de cuantos duendes poblaron jamás el bosque de Tirain! Debo estar hechizada por el Hada del Norte para desear vivir a tu lado. ¿Acaso no ves, asno volador, que no existe corazón más puro que el de un niño? Y éste tiene un corazoncito tan herido como el de Vúlcor... No sé cómo no me he dado cuenta antes...

–¡Tilan bendita, a esta ninfa se le ha ablandado el cerebro! Como se entere de esto el Hada del Norte...

–No se enterará porque tú nada le dirás –repuso Radka dedicándole un guiño de complicidad y depositando un beso en sus labios suave como la caricia del pétalo de una rosa.

–Está bien, tramposa… no le diré nada, mis labios permanecerán se­lla­dos para siempre –concluyó azorado Goray, a quien los besos frescos y deliciosos de Radka desarmaban siempre.

* * *
Y así fue como partieron los tres hacia las lejanas montañas de Zebael, donde Vúlcor custodiaba la esfera mágica y rumiaba su rencor y su tristeza en la soledad de su caverna. Y allí lo encontraron, dormitando sobre una montaña de ceniza.

–Tenemos que dejar al niño solo –sentenció Radka, y depositó al pequeño en el suelo con extremo cuidado, alejándose a continuación, pues la sola visión de Vúlcor le helaba el corazón. El niño, sin embargo, se sentó junto al dragón sin sentir ningún temor, y permaneció mirándolo hasta que se despertó.

–¿Quién eres tú, enano? ¿No sabes que yo soy Vúlcor y que pue­do hacerte desaparecer con sólo respirar? –bramó la bestia, intrigada por la mirada insolente de un ser tan diminuto.

–Soy Daniel, de la comarca de Narien, y no me pareces tan terrible como cuentan –respondió el niño gravemente.

El dragón, que había visto a grandes guerreros implorar gimoteando por sus vidas y temblar de miedo ante su presencia, soltó una pavorosa carcajada.

–¡Ah! ¿No? ¡Vaya, vaya con el mocito!

–Lo único que veo delante de mí es a un ser con una pena inmensa en el corazón, con una pena acaso tan grande como la mía –murmuró Daniel sin dejar de mirarle.

–¿Corazón? Yo no tengo corazón, mocoso...

–Sí, claro que lo tienes, y enorme. Más grande que todo mi cuerpo, y sufre porque ha perdido algo muy querido... Sufre tanto como el mío... –contestó Daniel mirando el suelo, mientras le daba distraídamente una patada a una piedra.

–Vaya, vaya... ¿Y qué es eso tan querido que has perdido tú? –preguntó Vúlcor arqueando sus pobladas cejas.

–A papá y a mamá, y ya nadie me querrá nunca ni cuidará de mí, y siempre estaré solo.

–Y por eso odias a todos y a todo, ¿verdad?

–Sí.

–Sí, pequeño, te comprendo. Yo también estoy solo... –Y una fibra del corazón de la bestia comenzó a latir con fuerza.

–Tú no estás solo, tú tienes una compañera dentro de esa esfera, pero no sabes cómo sacarla de su encierro...

El dragón se enfureció terriblemente al escuchar sus pa­la­bras y no le dejó terminar la frase.

–¿Quién te envía? ¡Dime! ¿Se trata acaso de otro ardid del Hada del Norte? Debí imaginármelo... Pues reza lo poco que sepas, por­que te voy a aplastar como la lombriz que eres...

–No, yo no soy más que un niño y nadie me envía, pero pue­do ver a tu compañera en su interior aguardando impaciente por salir –respondió el niño tranquilamente.

El dragón se sintió confundido por el aplomo del niño.

–Pero los humanos que te precedieron sólo veían en la esfera rubíes, perlas, brillantes, zafiros y esmeraldas con los que engalanar a sus damas, e incluso yo mismo no he visto en ella ninguna otra cosa jamás.

–Porque sólo veíais su exterior, no mirabais con el corazón. No buscabais su esencia, sólo su apariencia...

–Hagamos un trato –determinó Vúlcor mirándole fijamente–: si eres capaz de hacer que de su interior salga una compañera para mí, no sólo te perdonaré la vida, sino que te criaremos junto a nosotros y seremos tus padres, y el resto de los seres de tu especie podrá vivir en paz para siempre. Ahora bien, pobre de ti si intentas engañarme...

–¿Los perdonarás para siempre y vivirán felices? –le interrumpió el niño.

–Te juro que al menos yo no seré la causa de sus males.

Daniel aceptó con una sonrisa y se acercó al dragón.

–Mira, es muy fácil: sólo tienes que acariciarla con mucho amor y pedirle desde el fondo de tu corazón que salga, pero sin tratar de imponérselo. Y para ello tienes que recordar cómo eras antes de volverte tan terrible como lo eres ahora: bello, fuerte, confiado y alegre. Eso la dará confianza y ánimo, pues de lo contrario la atemorizarás y no querrá salir.

–¿Bello yo? Ya no tengo alas siquiera...

–Es cierto, pero ahora tienes algo mejor: la esperanza...

El dragón, al escucharle, soltó una inmensa llamarada de su interior, como si quisiera expulsar con ella el odio y el rencor acumulados en su corazón durante tantos años, y se dispuso a obedecer a Daniel, que le obser­va­ba expectante.

–No sé qué decir... –dijo Vúlcor girándose hacia el niño – Estoy confundido.

–No tienes que decir nada, sólo sentirlo. Envíale un sincero mensaje de amor y de paz desde el fondo de tu alma.

El dragón cerró sus enormes ojos azules como las aguas del río que bajaba impetuoso hasta el verde valle desde las cumbres de las montañas de Zebael, y apretando la bola contra su corazón con todas sus fuerzas le pidió angustiado desde su interior:

–Por favor, sal y vive para siempre conmigo.

Al punto, la esfera estalló en mil pedazos, dejando al descubierto la más bella y dulce hembra de dragón que jamás vieron los cielos. Y Vúlcor volvió a ser el más bello, fuerte y alegre dragón de la tierra, aunque ya no tuviera alas. De este modo fue como Da­niel consiguió los padres más maravillosos que un niño pudiera soñar, y todo lo había hecho desde el fondo de su corazón, aten­dien­do a la esencia y no a las formas.

–Pero ahora nuestro mundo está condenado a desaparecer para siempre... –murmuró Radka al ver que la esfera se había hecho añicos y ya nunca podría volver a tomar contacto con las aguas del lago del reino del Norte.

En tan funestos pensamientos andaba inmersa cuando la voz de Daniel la sacó de su ensimismamiento:

–Dulce Radka, ¿cómo es posible que tu inmensa sabiduría no te ayude a solucionar el problema? ¿Acaso tú tampoco ves otra cosa que la forma, sin reparar en la esencia de las cosas?

–¿Por qué me dices eso? –protestó afligida la ninfa.

–Porque sólo se ha roto el cascarón. Lo que verdaderamente importa, su vida, permanece, y, aún más, ha crecido al contacto con el aire puro –la respondió un maravillado Goray.

–¡Cállate, bobo! –le increpó la ninfa con dureza.

–No, Radka, el duende lleva razón. La esfera mágica con todas sus piedras preciosas no es nada sin Antel, que dormía en su interior y es su esencia: así pues, bastará con que Antel se sumerja en las mágicas aguas del lago del reino del Norte.

–Pues en ese caso estamos perdiendo un tiempo precioso, y yo no tengo ya ningún interés en que la vida concluya en este mundo –exclamó un redivivo Vúlcor, ahora exultante de alegría.

Partieron de inmediato en busca del Hada del Norte, que les acompañó presurosa hasta el lago para indicarle a Antel el lugar exacto en el que debería sumergirse al menos una vez cada quinientos años para que el mundo continuara existiendo. Y la razón volvió a situarse al lado de Daniel.

Sabed que es por esta causa y no por ninguna otra por lo que la vida continúa existiendo en la Tierra hasta nuestros días. Y que éste fue el motivo por el que Daniel se convirtió en el niño más dichoso del mundo, pues no todos pueden presumir de tener por padres a una pareja de dragones, por aya y consejera al Hada del Norte y contar con amigos como la ninfa más valerosa y el mejor entre los duendes. Y todo lo debía a haber sabido mirar desde el fondo de su corazón.

Y si los hombres no fueron los seres más felices de la tierra a partir de entonces, la culpa ya no fue de Vúlcor, sino de ellos­ mismos, que continuaron peleando entre sí sin descanso movidos por la avaricia y la ambición, e intentando matar dra­gones en busca de esferas cuajadas de piedras preciosas que ya no existían...

Pero ésa es ya otra historia, sobre todo porque la ma­yo­ría de los humanos suele fijarse más en las apariencias que en la esencia de las cosas y en los seres que las manejan.

Jose Manuel Iglesias Cervantes.

MIS TEXTOS: "EL HADA DE LOS LIBROS"


—Mira —me dijo señalando un voluminoso libro. —Lo que estabas buscando, ¡Los cuentos completos de Allan Poe!
Se me iluminaron los ojos, hace meses había visto un libro similar, pero se encontraba sucio y consideré que un libro mancillado no merecía estar en mi nueva biblioteca.
—Vamos a seguir viendo —le respondí, me desanimaba el precio, era muy costoso, pero valía lo que pedían por él, reunía todos los cuentos del autor de El cuervo, además estaba traducido por Cortázar y cada cuento estaba comentado por un narrador hispanoamericano, toda una “joyita”.
La visita a la feria se extendió desde la tarde hasta la noche, cada uno por su lado y por momentos juntos disfrutamos nuestra excursión, a pesar de los empujones y la aglomeración de la gente, estas ferias se han vuelto muy populares últimamente.
—¿Qué has hecho en el tiempo que te dejé sólo?¿Qué tienes en la bolsa? —me preguntó con una sonrisa. —¡ Lo compraste! Lo sabía.
—¿Y qué traes tú? —respondí, mientras veía unos cuántos libros en su bolsa.
Fue la única compra que pude hacer, aunque ella ofreció prestarme dinero para comprar más, quedé satisfecho con el nuevo inquilino de mi biblioteca.
Ya en el bus realizamos nuestra ceremonia, ella sacó el plástico protector a sus libros y yo al mío, los olimos un rato y luego los intercambiamos, no nos importó que nos estuvieran viendo, total es algo que cada uno hizo desde siempre.

El azar hizo que aquella noche uno de nuestros profesores no asistiera a clases, la había escuchado comentar con una compañera que quizás visitaría a la salida uno de los tantos “huecos” donde se expenden libros usados en el centro de la ciudad, aquello me pareció peligroso -también quise aprovechar la oportunidad para conocerla, debo reconocerlo- así que le ofrecí acompañarla y ella aceptó.
La charla en el bus fue la charla de dos compañeros de aula que recién se conocen: breve y superficial. Pronto llegamos al centro, a una zona que de día tolero, pero de noche me espanta por los peligros que encierran sus calles. Aquella atmósfera agresiva no la afectó, al contrario, me contó que regularmente recorría esos lugares sola y sin importar la hora.
Las calles de aquel lugar son estrechas y están muy deterioradas; las tiendas pequeñas y modestas, pero para quienes amamos los libros, están repletas de magia. En aquel lugar no sólo se venden libros usados y nuevos, también, revistas, discos, juguetes de colección y algunas excentricidades, quedé fascinado.
Los vendedores que nos atendieron no desentonaron con aquel lugar: un hippie, una mujer esquelética, algún rockero, todos conocedores de lo que albergaban sus estantes, todos integrantes de ese microcosmos literario, y según percibí, del que mi guía también formaba parte.
Ella, a pesar de su aparente fragilidad, con aquel brillo en los ojos, se inclinaba revolviendo libros o revisando discos, charlaba con familiaridad con algún vendedor, compartiendo sus hallazgos y mostrándome a ratos algunos de los “tesoros” que encerraban aquellas viejas calles. Ella en su elemento también adquirió magia.
En una de las tiendas vi un ejemplar de una revista para adultos muy conocida y me detuve a hojearla.
—¿Qué estás viendo? —me preguntó, y luego con la mirada de niña traviesa se acercó y la hojeó conmigo. —¿A ver que tienen? Nunca he visto una de estas.
Pasamos por un pequeño bar, famoso por ser frecuentado por los bohemios de Lima, me comentó con cierto orgullo que un amigo suyo una vez la invitó a entrar, quién iba saber que también nosotros lo visitaríamos.
Cuando era niño creía dragones, duendes y hadas, hasta ahora no he podido ver a ninguna de las dos primeras criaturas, pero si he visto un hada, el Hada de los Libros.

BETO

viernes, 3 de junio de 2011

CINE: "X - MEN PRIMERA GENERACIÓN"

UNA FRASE

"LA JUVENTUD VIVE DE LA ESPERANZA; LA VEJEZ DEL RECUERDO"

Herbert

QUE PASÓ ESTA SEMANA


Llegó el fin de la carrera electoral. A largo de mi vida he pasado por varios de estos procesos, pero es la primera vez que me pongo ha reflexionar sesudamente sobre uno de ellos.

Derecha e izquierda, statu quo versus cambio, la eterna contienda; protagonistas distintos, propósitos los mismos. Y en torno a los nuevos caudillos vamos engrosando sus filas. Todos renegamos de la política, pero tenemos al animal político dentro.

Recuerdo las ardorosas discusiones en las aulas de mi vieja universidad, los ideales, el sueño de refundar el país y hacerlo grande. Objetivos muy dificiles si tienes 16 años y tu único sustento es la propina paterna. Pasan los años, los ideales se cambian, se extravian o desaparecen. Eso creía hasta que conversando con mis viejos camaradas, me di cuenta que no era el único loco que apostaba por la opción más arriesgada.

Sin importar el resultado, no tengo anticuerpos por ninguno de los candidatos, me alegró revivir al mozalbete que tenía dentro, aquel irreverente que soñaba con algo distinto.

LITERATURA: "EL HOMBRECITO"


Yo soy pequeño porque soy un niño. Pero cuando tenga ya la edad de mi padre, seré grande. Entonces mi maestro vendrá y me dirá: "¡Qué es tarde. Ve por la pizarra y los libros!". Yo le contestaré: "¿No estas viendo que ya soy mayor como papá? ¡Yo no tengo que dar más lecciones!" Y mi maestro se quedará maravillado y dirá: "Pues es verdad. Puede si quiere dejar los libros, que para eso ya es un hombre".
Me vestiré y me ire de paseo a la feria, que estará toda llena de gente. Mi tío vendrá corriendo y me dirá: "¡Qué vas a perderte, hijo mío. Déjame que te lleve en brazos!" Yo le contestaré: "Pero tío ¿no ves que tú que ya soy grande como papá? Tengo que venir solo a la feria". Y mi tío dira: "Pues es verdad, puede ir donde quiera, que para eso ya es un hombre".
Cuando mi madre vuelva del baño, como yo sabré ya abrir la caja con mi llave, me encontrará dándole dinero al ama. Y me dirá "¿Qué es lo que estás haciendo, loco?" Yo le contestaré: "Pero madre, ¿no lo sabías tu? Yo ya soy mayor, como papá, y tengo que pagarle a mi ama". Y mi madre dirá para sí: "Que le dé dinero a quien quiera, que para eso ya es n hombre".
Para las vacaciones de octubre, mi padre volverá a casa, y creyéndose que todavía soy un niño, me traerá de la capital zapatitos nuevos y vestiditos de seda. Y yo le diré: "Dáselos a Dada, padre, que yo soy ya grande como tú". Y papá considerará y dirá: "Es verdad. Tiene razón. El puede comprarse su ropa a su gusto, que para eso es ya un hombre".

Rabindranath Tagore

MIS TEXTOS: "MERY"

Vivir en la zona industrial de Lima Norte tiene sus limitaciones, hay muy pocas personas con las cuales poder conversar, la verdad, casi no hay nadie con quien hablar.

Al frente de nuestra casa había un extenso terreno rodeado de adobes, adobes tan anchos y resistentes sobre los cuales de niño solía correr. En aquel gran páramo volábamos a nuestras anchas nuestras cometas y también fue el escenario estimulante de mil aventuras.

Pasaron los años y en aquel gran espacio se instalaron más fábricas que pronto se integraron a este gran organismo que no conoce el silencio, en la zona industrial el sonido de los motores, como los latidos de un corazón, nunca se detienen.

En aquel escenario, cual moderno Evaristo, era muy difícil desarrollar mis habilidades sociales con el sexo femenino, en castellano, la tenía difícil para conseguir pareja.

Luego de las clases, me pasaba la tarde y la noche en la bodega de mi padre. En aquel tiempo no había Internet y el cable no había llegado aún. Mi única diversión, como siempre, las constituían los libros.

Una tarde mientras leía un extraño libro de metafísica una jovencita, de buena presencia, como diría mi padre, llamó a la puerta.
—Disculpa, ¿podrías atenderme?
—Claro
—¿Qué haces?—me preguntó.
—Leyendo algo —se lo dije de manera irónica, pues a simple vista aquella chiquilla no había leído más que sus textos escolares. Para mi sorpresa me hizo una breve enumeración de todos los libros que había pasado por sus manos y me dejó callado.

Mery era muy delgada, como toda chiquilla de quince años. Lejos de su larga cabellera y su tez clara lo que más llamaba mi atención era el modo distinto que tenía de hablar, tanto por las palabras que empleaba, como por la forma en que las decía.

Era la hija de los dueños de la fundición que recién se había instalado frente a casa. Ellos vivían en otro distrito, en la zona industrial lo dueños generalmente viven fuera y sólo van a supervisar el trabajo de sus fábricas o talleres.

Hicimos buena amistad, era curioso vernos en el verano, por un lado ella sudorosa y llena de ceniza; por el otro lado yo, con unos guantes gruesos, hielo en le cabello y la ropa mojada, mi padre tenía en aquel tiempo una fabrica de chupetes. Eso de que los polos opuestos se atraen era cierto.

Las partidas de ajedrez y de fulbito de mesa , mis pasatiempos, se volvieron más animadas, ella era mi público, ella y su botella de agua, allí le cogí el gusto a esa bebida. Un día mientras nos despedíamos sincronizamos mal nuestras cabezas y nos dimos el primer beso.

Los veranos se llenaron de color, pero los veranos también terminan para dar paso a otra estación, mas nunca dejamos de ser amigos.

Ahora que la bodega es mía, hay un jovencito que vive con sus abuelos y de vez en cuando visita mi negocio,charlamos de todo un poco, hablamos de la escuela, bromeamos de su madre, pero aún no hablamos de libros.

miércoles, 11 de mayo de 2011

CINE:THOR



QUE PASÓ ESTA SEMANA


Sigue la campaña política en el Perú. Lejos de apasionamientos políticos es muy interesante observar el movimiento de los distintos protagonistas en contienda.
Por un lado están los candidatos, estos han asumido por estrategia intercambiar roles, el candidato del "cambio" ahora hace lo indecible para parecer poco más que un reformista; la candidata fujimorista trata de adquirir en su discurso un tufillo revolucionario, ambas posturas válidas en tales cirscuntancias.
Otro es el papel de los medios de comunicación, en su mayoría alineados con la candidata fujimorista, no por afinidad política - a mi modesto parecer les es tan desagradable como el candidato nacionalista-, sino por un conflicto de intereses, opción también válida, pues en este tipo de contiendas todos tomamos partido por lo que más nos convenga.
Qué distinto sería si dejaramos a un lado nuestros intereses particulares y optaramos por el binestar común, es mucho pedir, ¿verdad?

UNA FRASE

"LA MAYOR RÉMORA DE LA VIDA ES LA ESPERA DEL MAÑANA Y LA PÉRDIDA DEL DÍA DE HOY".

Séneca

LITERATURA: "LO INEFABLE"


Yo muero extrañamente... No me mata la Vida,
no me mata la Muerte, no me mata el Amor;
muero de un pensamiento mudo como una herida...
¿No habeís sentido nunca el extraño dolor

de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida
que os abrasaba enteros y no daba fulgor?...

¡Cumbre de los martirios!... Llevar eternamente,
desgarradora y árida, la trágica simiente
clavada en las entrañas como un diente feroz!

¡Pero arrancarla un día en una flor que abriera
milagrosa, inviolable!.... ¡Ah, más grande no fuera
tener entre las manos la cabeza de Dios!

Delmira Agustini

MIS TEXTOS: UN RECUERDO EN EL BALCÓN

Tarde animada, risas femeninas, murmullos, miradas cómplices y ella.
Miedo adolescente, palabras que nunca acabaron de salir.
Tiempo.
Líneas en periódicos, notas en televisión:
"Enajenado tío mata sobrino de un tiro".

Una viuda hermosa, un recuerdo en el balcón.

Beto

martes, 5 de abril de 2011

CINE: "LOS OJOS DE JULIA"

UNA FRASE

"EN TU LUCHA CONTRA EL RESTO DEL MUNDO, TE ACONSEJO QUE TE PONGAS DEL LADO DEL RESTO DEL MUNDO".

Franz Kafka

LITERATURA: "EL PALACIO ENCANTADO"


En el más verde de los valles,
que habitan ángeles benéficos,
erguíase un palacio lleno
de majestad y hermosura.
¡Dominio del rey Pensamiento,
allí se alzaba!
Y nunca un serafín batió sus alas
sobre cosa tan bella.

Amarillos pendones, sobre el techo
flotaban áureos y gloriosos
(todo eso fue hace mucho,
en los más viejos tiempos);
y con la brisa que jugaba
en tan hermosos días,
por las almenas se expandía
una fragancia alada.

Y los que erraban en el valle,
por dos ventanas luminosas
a los espíritus veían
danzar al ritmo de laúdes,
en torno al trono donde
(¡Porfirogénito!)
envuelto en merecida pompa,
sentabase el señor del reino.

Y de rubíes y de perlas
era la puerta del palacio,
de donde como un río fluían,
fluían centellando,
los Ecos, de gentil tarea:
la de cantar con altas voces
el genio y el ingenio
de sus rey soberano.

Mas criaturas malignas invadieron,
vestidas de tristeza, aquel dominio.
(¡Ah, duelo y luto! ¡Nunca más
nacerá otra alborada!)
Y en torno del palacio, la hermosura
que antaño florecía entre rubores,
es sólo una olvidada historia
sepulta en viejos tiempos.

Y los viajeros, desde el valle,
por las ventanas ahora rojas,
ven vastas formas que se mueven
en fantasmales discordancias,
mientras, cual espectral torrente,
por la pálida puerta
sale una multitud que ríe...
pues la sonrisa ha muerto

Edgar Allan Poe
(Traducción de Julio Cortázar)

QUE PASO ESTA SEMANA


Parece ser que la recta final de la campaña electoral ha puesto los pelos de punta a algunos de mis conciudadanos, la conmoción la ha causado el primer lugar alcanzado por el candidato de la izquierda. Se nos habla de un apocalípsis económico, del recorte de nuestros derechos, del fin de la democracia. En este cargamontón han quedado muy mal parados los medios de comunicación y algunos de los llamados "líderes de opinión".

Tales "amenazas" me hacen recordar a aquella criatura con la que las abuelas nos asustaban para comer la sopa. ¡No hay cuco señores! Nuestro país ya no es el mismo de hace veinte años, hay cierta institucionalidad; ciudadanos más preparados, conscientes de sus derechos y libertades: garantía del sistema democrático y del crecimiento económico logrado frente a cualquier experimento totalitario.

Creo que una verdadera democracía es aquella que permite a sus distintos ciudadanos ser representados, expresarse, discutir y tomar decisiones que en lo posible satisfagan a todos.

MIS TEXTOS: "MI RELACIÓN CON LOS LIBROS"


Siempre fui un solitario y los libros mis eternos compañeros, según mi “leyenda”, aprendía a leer antes de ir a la escuela.

Mi madre quedó en el cuarto año de la universidad, el motivo…yo, De ella heredé multitud de libros, los cuales ella arrojaba a mi corralito, donde yo, cual moderno minotauro destruía. Me gustaba el olor de los libros, y también mordí más de uno. Con el tiempo me convertí en un gran lector, ya a los once años devoraba todo tipo de libros. Mis primeros libros de verdad, fueron las obras de Homero, me las regaló mi papá.
—Oye, Beto, te traje algo.
—¿Qué, papi?
Los toqué, los olí, los acaricie, ya conocía de ellos por fragmentos y la mitología griega me fascinaba.
Los leí, releí, han pasado muchísimos años y si buscan en mi biblioteca todavía encontraran a mi Iliada, sin pasta y con algunas hoja menos, cual sobreviviente guerrero troyano. Lamentablemente mi Odiseo finalmente se extravió en el tiempo.

Mi biblioteca es mi tesoro, colecciono libros,nunca tengo suficientes, visito librerías, los más reconditos “huecos” y espero religiosamente cada feria, que por suerte se han hecho más comunes en la ciudad. Ya no los muerdo, pero eso si, saco sus envolturas plásticas y los huelo, por suerte no solo, ¿verdad, mi amiga?

Beto

jueves, 3 de febrero de 2011

CINE: "EL CISNE NEGRO"

UNA FRASE

"ESTAR PREPARADO ES IMPORTANTE,SABER ESPERAR LO ES AÚN MÁS, PERO APROVECHAR EL MOMENTO ADECUADO ES LA CLAVE DE LA VIDA".

Arthur Shnitzler

LITERATURA:"EL NEGRO"

Yo sé que al abuelo no le gustó nada aquella noche en que el tío Francisco me trajo un atrapadito de trapos que se hinchaba y se movía por todos lados. Salimos corriendo por la carnicería y Paco nos regaló un cajoncito vacío de mandarinas. Primero hicimos un colchoncito de diarios y virutas, y arriba le echamos unas lanas viejas.

—Tiene quince días —me dijo el tío.
Yo le acerqué un platito con leche y empezó a sacar y entrar su lengüita redonda, ligera como una lagartija. Cuando no quiso más se sentó sobre su cola y me miró.

Te voy a llamar “Negro”, le dije; y de qué otra forma podía llamar yo a ese ovillo oscuro como el galpón de al fondo.

Así sentado, el Negrito no paraba de chillar, como yo cuando me dolía la barriga. Después, al apagar la luz de la cocina para irnos a dormir empezó a desentonar unos chumbidos cortos.

Yo escuché bien cuando el abuelo rezongó: “lo que faltaba”, y la abuela se levantó para cerrarle la puerta.

Enoy Avad

QUE PASÓ ESTA SEMANA


“No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”. Perece ser que el pueblo egipcio tomó como estandarte esta frase y se lanzó a las calles para derrocar al dictador.

Si bien el pueblo egipcio tiene un pasado memorable, nunca se caracterizó por su agresividad, el egipcio es un hombre pacífico apegado a su tierra.

Dejando de lado el turismo, la economía de Egipto está basada en la informalidad. Las viejas estructuras han llevado este pueblo al atraso y la pobreza. Mubarak, quién cuyo único mérito es haber contenido el avance del fanatismo religioso, fracasó al no implementar las reformas económicas y jurídicas que urgían. Pero cómo se le puede dar el rol de reformista a un hombre que lleva atornillado treinta años en el poder y que quiso instaurar una dinastía cediéndole el poder a su hijo.

Lejos de culturas e ideologías, lo sucedido en Egipto no está demostrando que conceptos como la libertad, la justicia y la solidaridad están presente en toda la humanidad y es algo que vale la pena celebrar. ¡Qué viva el pueblo egipcio!

MIS TEXTOS:"EL LEÓN Y EL CUADRO"

Sabido es por todos que león es el rey de la selva, pues esta es la historia de uno de ellos, uno no muy fiero, uno que odiaba la violencia y temía a la oscuridad.

Cierto día un león tropezó con un extraño objeto, fue tan grande el golpe que por poco y se rompe un diente. Al acercarse a ver que había causado tan terrible accidente encontró parte del marco de un cuadro, la curiosidad lo llevó a desenterrarlo, y vaya que sufrió mucho para hacerlo, pues a pesar de poseer unas grandes garras, estas no fueron diseñadas para escarbar.

Al tener el cuadro frente a él, no reconoció el dibujo que mostraba, por más vueltas y vueltas que le daba con sus patas, no se parecía a nada y al mismo tiempo se parecía a todo. Después de un buen rato creyó descubrir la imagen de una flor, una rosa, su flor preferida.
De lo alto de un viejo árbol se escuchó claramente la voz de un búho.
—¿Qué ves en ese cuadro?
—Eh… —el león dudo en responder, tal vez no sería buena idea responder que veía una flor—.No estoy seguro, debo pensarlo un poco más.

La curiosidad lo llevó a conocer otros puntos de vista, total era el rey de la selva, pero no debía saberlo todo, así que decidió a visitar a algunos de sus súbditos. La primera en ser visitada fue la serpiente.
—¡Buen día, Majestad.
—Buen día, señora.
—¿Qué trae a mis dominios al rey de la selva – preguntó con ironía el reptil.
—Quiero hacerte una pregunta... ¿Qué ves en este dibujo?
Después de mirar el dibujo el reptil respondió con una maliciosa sonrisa:
—Te veo muerto por unos cazadores.
“¿Por qué me odiará tato, nunca maté a una de sus crías, ni siquiera recuerdo haber hablado mal de ella”—pensó el león, mientras abandonaba la guarida del reptil.

EL segundo en ser visitado fue el conejo, él cual de milagro no se desmayó al ver de cerca la boca del gran felino.
—No me coma, Majestad, tengo muchos hijos pequeños que alimentar —exclamó lloroso.
Al ver el miedo del conejo, el león sintió pena, no le gustaba que le temieran, al contrario, se alegraría mucho que los demás animales se acercaran a él y le pidieran ayuda.
—No te asustes conejo, quiero sólo hacerte una pregunta.
—Diga, Majestad —respondió algo más calmado el pequeño animal.
Al ver el extraño dibujo dijo sin titubeos:
—Veo una hermosa madriguera.
Mientras el conejo veía alejarse a león por un momento dejó temerle, claro, sólo por un momento.

El zorro fue siguiente animal en responder la pregunta.
—Hummmm, veo una trampa, sí, está bien oculta, cubierta con hojas, pero puedo verla.
—¿Estás seguro?- volvió a preguntar el león.
Las palabras del león hicieron desconfiar al zorro y lo animaron a preguntar:
—¿Y que debo ver, Majestad?
—Es suficiente —respondió el león y continuó su viaje, le hubiera gustado decirle al zorro que admiraba mucho su astucia para resolver los problemas y afrontar la vida.

Luego pasó a visitar al lobo, a pesar de ser el rey de selva, la cueva del feroz canino, le causaba escalofríos, era tan oscura y a la vez tan gélida. Allí estaba, el terrible animal, manchado de sangre mirándolo fijamente mientras despedazaba a una de sus víctimas. También este león mataba, pero no lo disfrutaba, para todos era un secreto que cuando lo hacía… cerraba los ojos.
—¿Quieres que te diga lo que veo? —preguntó el lobo.
— Mejor no —contestó el león—,ya vi la respuesta en tus ojos.

Después de tantos sobresaltos al león le provocó visitar a un viejo amigo, un mastín que de cachorro se había perdido en la selva y había crecido con él.
—Mi buen amigo, ¿quieres que te diga que veo en aquel cuadro? Me veo junto a ti luchando contra tus enemigos, una gran pelea, como en los viejos tiempos.
No fue lo que el león esperaba escuchar, pero le gusto la respuesta.

Al finalizar la jornada el león se dirigió al viejo árbol donde moraba el búho, aquel le volvió a preguntar:
—¿Qué ves en ese cuadro?— el león esta vez no dudo, levantó la cabeza y respondió:
—Veo una flor, una hermosa flor.

BETO

jueves, 20 de enero de 2011

CINE: "LA RED SOCIAL"

UNA FRASE

"CUANDO LA VIDA TE PRESENTE RAZONES PARA LLORAR, DEMUÉSTRALE QUE TIENES MIL Y UNA RAZONES PARA REIR".

Anónimo

LITERATURA:"COBARDÍA"

Pasó con su madre.¡Qué rara belleza!
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul!
¡Qué ritmo en el paso!¡Qué innata realeza
de porte!¡Qué formas bajo el fino tul!...
Pasó con su madre. Volvió la cabeza:
¡me clavó muy hondo su mirada azul!
Quedé como éxtasis...
Con febril premura.
"¡Síguela!", gritaron cuerpo y alma a la par.
... Pero tuve miedo de amar con locura,
de abrir mis heridas que suelen sangrar,
¡y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, la dejé pasar!

Amado Nervo

QUE PASÓ ESTA SEMANA


Nada es eterno, la necesidad de espacio y privacidad me obligo a remodelar una parte de la vieja casa de mis padres, se levantaron algunos muros, se tiraron otros, se hicieron nuevas instalaciones de agua y luz. Sin embargo, si algo realmente me afecto fue el corte parcial de mi servicio de Internet. Me sentí desconectado del mundo, la sensación de angustia sólo se asemejó a la que experimenté con la pérdida de un celular.

En los últimos años, casi sin darnos cuenta, los grandes avances de la tecnología han cambiado drásticamente nuestros estilos de vida, nos han hecho “tecnodependientes”. En Avatar, la obra del genial James Cameron, la conexión del pueblo Navi a la naturaleza crea un mundo mágico cercano a la perfección. esperemos que en nuestra realidad, la conexión con nuestros artefactos nos lleve en el mismo rumbo.

James Cameron en su película buscó representar un mundo idílico o ¿Acaso simplemente se limitó a reflejar el mundo que tenía frente a sus ojos? Un mundo donde los seres humanos no se conectan a la naturaleza a través de un apéndice, sino donde se conectan a la red a través de un cable.

MIS TEXTOS:"NO OLVIDEMOS EL OLVIDO"

No hace mucho, memoria, en el campo educativo, era una mala palabra, y pobre de aquel que le reconociera algún valor, era tildado de retrogrado.
Recientes estudios en diferentes campos han demostrado que esta función cerebral no limita sus tareas al almacenamiento y recuperación de información sino que también tiene un rol preponderante en los procesos cognitivos y en el aprendizaje.
Nuevos conceptos como el de la “memoria operativa”, capacidad cognitiva básica para mantener y manipular la información que vamos necesitando en la realización de tareas cognitivas complejas como el razonamiento y la comprensión (García Madruga: 15). O el de la “memoria a largo plazo”, que se ajusta a la definición clásica de memoria, pero que también es fundamental, pues constituye el gran almacén de los aprendizajes y proporciona información a la memoria operativa para que aquella pueda procesarla y responder los nuevos estímulos en base a la experiencia.
Si el concepto de memoria se ha actualizado, reconociéndole su verdadera importancia, debemos prestar también atención a otro proceso ligado a él: EL OLVIDO. Un proceso indisoluble al primero, tratar a uno implica necesariamente citar al otro. Ello nos puede proporcionar un punto de vista distinto para enfocar la memoria, optimizarla y por consiguiente optimizar el aprendizaje.
La definición de olvido es más amplia de lo que parece ser, prestándose muchas veces a confusión, citando a Walter Blumenfeld:
Llamamos olvido a dos procesos distintos: Cuando no podemos recordar el nombre de una persona, su dirección, etc., hasta tal punto, que ni siquiera los reconoceríamos en una serie de diferentes nombres o direcciones, entonces nos servimos de esta expresión. Pero también nos olvidamos de hacer algo que nos habíamos propuesto. En el primer caso se trata de los rastros de una experiencia perceptiva, que se ha debilitado o desorganizado; en el otro tenemos que ver con un intento concerniente a una acción por realizar. (251)

Además de lo expuesto en el párrafo anterior, también es necesario distinguir entre lo olvidado y lo desadvertido, el primero tiene que ver con lo que está al alcance de nuestra percepción, el segundo está relacionado con aquello que queda al margen de nuestro campo atencional. (Blumenfeld: 252)
Existen muchos factores o condiciones que favorecen tal “desvanecimiento” de información”, por la naturaleza del presente trabajo no se los podrá citar a todos ni tratarlos con profundidad, pero mencionaremos los que nos parecen más importantes.
Comprobamos diariamente en nuestras escuelas, que los nuevos aprendizajes, orgánicamente relacionados con otros ya existentes, los que Ausbel llamó “saberes previos”, se retienen mucho mejor que los aprendizajes aislados. Hardy, en su obra “Aprendizaje y cognición” relaciona memoria y comprensión con un ejemplo: “…las personas con un alto grado de conocimiento de baloncesto recordarán más cantidad de un resumen de un partido de baloncesto que las personas con poco conocimiento” (216).
También debemos tener en cuenta las llamadas leyes de asociación, que pese al hecho de haber sido formuladas por Aristóteles siguen aún vigentes. Según el filósofo griego, una asociación se constituye: 1) a base de una contigüidad espacial, 2) a base de una contigüidad temporal, 3) cuando los dos elementos son semejantes y 4) cuando forman un contraste (Blumenfeld: 240). Violar una de estas leyes dificulta el almacenamiento de información y favorece el olvido. Por ejemplo: es fácil recordar la relación sábado-domingo, pero muy distinto sería recordar la relación martes-sábado.
Las leyes de asociación nos llevan a la teoría de la estructura de la cual se desprende que los rastros bien organizados por formar estructuras sólidas resistan más que los débiles a la destrucción y a la modificación. Blumenfeld afirma que la noción de “fuerza asociativa” usada en dicha ley debe ser sustituida por la de “solidez de la organización” (254). Hardy parece rescatar las ideas presentadas por Blumenfeld al presentar: “el tema como fuerza organizadora”. Según Hardy la comprensión del tema es un factor importante de la comprensión ya que es muy difícil entender o recordar algo que a primera vista parece no tener tema. (214 – 215)
Otro factor a considerar es la cantidad de información a almacenar, como ya sabemos, la cantidad de información que puede almacenar nuestra memoria operativa es limitada. Bladimiro Soto Medrano al respecto afirma:
“…para organizar la multitud de conocimientos que manejas en tus estudios debes reducirlos a unidades informativas (los expertos hablan de “chunks”) cuya extensión o número de ellas esté alrededor de 7(+2, -2), es decir, que dicho número oscile entre 5 unidades como mínimo y 9 como techo máximo. Si las unidades o núcleos temáticos son menos de cinco, la información introducida en la memoria carecerá de la mínima diferenciación exigida para distinguir adecuadamente sus componentes y te resultara difícil recuperarla; cuando el número de “chunks” sea superior a 9, la sobrecarga de núcleos temáticos desbordara tu capacidad de controlarlas, pues te perderás en el bosque de tus propias ideas”. (52)

Tratemos de memorizar un número telefónico, seguidamente el número de un documento de identidad y luego el número de una cuenta de ahorros. De seguro nos será muy difícil retener dichos datos sin caer en errores, hemos comprobado que el olvido se efectúa con mayor rapidez cuando en un breve lapso de tiempo desarrollamos actividades mentales muy semejantes.
No abordaremos las inhibiciones, aquellas resistencias que la memoria debe enfrentar por parte del sujeto y que incluso tienen que ver con factores emocionales. Tampoco aquellos transtornos asociados a la vejez, enfermedades degenerativas o causadas por el consumo de sustancias tóxicas y que también afectan a la memoria.
La lectura y la experiencia adquirida a lo largo de varios años nos permiten propones algunas sugerencias.
1. Debemos desarrollar en los niños la capacidad de observación, ejercitando el análisis de imágenes y el manejo del lenguaje icono-verbal.
2. Incrementar la memoria a largo plazo a través de la lectura y la experiencia, harán más sólidas las conexiones con los nuevos aprendizajes y permitirá almacenarlos por más tiempo.
3. Prestar profunda atención en la planificación y diseño de las actividades significativas, estas deben estar integradas sistemáticamente y además deben vincularse a la experiencia y a las expectativas de los niños.
4. Si bien es cierto la cantidad de información que se exige manejar un niño se incrementa con el paso del tiempo, no debemos abrumarlo con datos, el uso de los organizadores de conocimiento son una buena alternativa para presentar la información de manera clara y pertinente. No debemos olvidar que nuestro rol como educadores ahora no es proporcionar información a los niños, sino estrategias para que ellos mismos la obtengan y puedan procesarla.

Humberto Calderón Espinoza


BIBLIOGRAFÍA

BLUMENFELD, Walter. Introducción a la psicología experimental. Lima: Librería Internacional del Perú, 1966.

GARCÍA Madruga, J.A. Comprensión lectora y memoria operativa: Aspectos evolutivos e instruccionales. Barcelona: Paidos, 1999.

HARDY, Thomas y Richard JACKSON. Aprendizaje y cognición. Madrid: Prentice Hall, 1998.

SOTO, Medrano, Bladimiro. Organizadores del conocimiento y su importancia en el aprendizaje. Huancayo: Razuwilca Editores, 2003.