lunes, 28 de diciembre de 2015
QUE PASÓ ESTA SEMANA
No creo ser una persona rencorosa y menos vengativa. Sin embargo, cuando tengo un disgusto con alguien me cuesta olvidar, el tiempo que me toma olvidar el agravio es proporcional a la ofensa , y con algunos la ruptura es definitiva, claro está que esto no aplica a mi familia, con ellos la "fuma de la paz" es inmediata. Por ello me cuesta entender como dos viejos líderes de la política peruana que hace pocos años denigraban el uno del otro, enfrascados en una encarnizada campaña electoral, hayan depuesto hoy sus viejos rencores, antipatías y "alergias" dizque por el bien del país, ¿bien del país o descarnado cálculo político?
En el caso del señor García, conocido por todos, la cosa no causa asombro, pero la situación de la señorita Flores Nano es distinta. Si bien es cierto su fracaso en todas las elecciones donde ha participado es innegable, principalmente por su falta de muñeca política, mas la imagen de decencia que proyectaba la lideresa del PPC jamás sufrió menoscabo. ¿Qué ha hecho que la señorita Flores Nano haya abandonado su alejamiento voluntario de la política y haya entablado alianza con su antítesis, cayendo en un abismo y arrastrando también a su partido? Quiero pensar que es otro de los grandes yerros a los que nos tiene acostumbrados.
No siempre uno más uno es dos, hay sumas que restan.
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