jueves, 6 de octubre de 2016

LITERATURA: "Romances de la niña negra" de Luis Cané




 


                 I


Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en la puerta de su casa
estaba la niña negra.

Un erguido moño blanco
decoraba su cabeza;
collares de cuentas rojas
al cuello le daban vueltas.

Las otras niñas del barrio
jugaban en la vereda;
las otras niñas del barrio
nunca jugaban con ella.

Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un silencio sin lágrimas
lloraba la niña negra.


                II

Toda vestida de blanco,
almidonada y compuesta,
en un féretro de pino
reposa la niña negra.

A la presencia de Dios
un ángel blanco la lleva;
la niña negra no sabe
si ha de estar triste o contenta.

Dios la mira dulcemente,
le acaricia la cabeza,
y un lindo par de alas blancas
a sus espaldas sujeta.

Los dientes de mazamorra
brillan a la niña negra.
Dios llama a todos los ángeles,
y dice: "Jugad, jugad con ella".
 


 





QUE PASÓ ESTA SEMANA




El tema de conversación esta semana en nuestro país es la realización de los Juegos Panamericanos, segunda competencia en relevancia deportiva en nuestro continente después de los Juegos Olímpicos. Se ha proyectado un gasto de 4 mil millones de dólares, ello en una economía pequeña como la nuestra y con tantas carencias en infraestructura e inversión social suena a despilfarro. Sin embargo, muchos defienden este proyecto argumentando los beneficios que traerá este evento, como poner en vitrina al país y  un supuesto salto cualitativo a nuestra sociedad. Argumentos que seguramente también se esgrimieron en Brasil recientemente, y que por lo visto no han sido muy ciertos.
El mismo Presidente se ha manifestado a favor, respaldado aún por entusiasmo de sus seguidores, victoriosos en las pasadas elecciones, esperemos que de aquí a algunos años los mismos que lo apoyan ahora no se lo restrieguen en la cara, algo muy común en nuestra política.
Personalmente, creo que se deben honrar los compromisos y que estos juegos algo bueno pueden dejar a nuestra ciudad y a nuestro deporte. Mas materializar las ambiciosas maquetas que se han proyectado, realmente es un real desperdicio. Se debe aprovechar al máximo la infraestructura disponible, construir lo que se debe construir y presentar a nuestro país como lo que es: un país aún como muchas cosas por mejorar, pero digno.
 



martes, 4 de octubre de 2016

VÍDEO: "The Life of Death" de Marsha Onderstijn

OJOS PARA VER: "Casa de la Literatura". Lima, setiembre del 2016

MÚSICA: "Hallelujah" por Lindsey Stirling

UNA FRASE


"Hace muchos, muchísimos años, ya habían mujeres y hombres que leían, y hoy seguimos haciéndolo. Ahí estamos, perdidos en las páginas de una buena novela o un poema que nos consuela, intrigados por la propuesta de un nuevo ensayo o echando un vistazo a ese libro ilustrado que reclama nuestra atención en la librería".


Umberto Eco

MIS TEXTOS: Un nuevo tablero



Ya casi una semana después de la operación,  me cuesta levantarme de la cama, los dolores aminoran lentamente y el aburrimiento me consume.


Probé distraerme con libros y películas, pero déjenme decirles que  a los pocos días sirven de muy poco en estos trances. Ayer a duras penas pude sentarme frente al ordenador, abrí mi juego favorito, pero lo cerré a los pocos minutos. Nada parecía llamar mi atención, hasta que me topé con un pequeño manual de ajedrez y empecé a leerlo.


Hoy estuve viendo algunas partidas en YouTube y descargué un juego sencillo para practicar. Antes no teníamos estos recursos tecnológicos.  Recuerdo que en mi época universitaria para practicar iba al Centro  y me ponía a jugar con  unos aficionados  ambulantes que armaban  sus toldos en plena vía pública, retando a cualquiera por una moneda.  También recuerdo que nunca pude ganarles, pero me contentaba con causarles algún sobresalto.


Otro lugar donde practicaba era en la universidad, donde se podía alquilar  tableros a unos comerciantes o bien jugar con ellos. Lástima que al poco tiempo todos cerraron al endurecerse las medidas de seguridad contra la infiltración subversiva.


Mi afición al juego fue un proceso natural. Para una persona de contextura liviana, introvertida y de salud frágil  el ajedrez es el hobby ideal. Siempre me fascinó el diseño de las fichas y el desarrollo de las partidas que aparecían en los diarios. Tuve que ingresar a la universidad para por fin practicar este juego.



En el salón de clases,  había una joven muy sencilla, pero con un carácter y una voluntad de hierro, era huérfana de padre y su madre en aquel tiempo tenía ya otro compromiso. Ani vivía al sur de la ciudad y trabajaba en su tiempo libre en un puesto de mercado vendiendo botones, hilos y cosas así. Con parte de ese dinero ayudaba en la manutención de su hogar, el resto lo invertía en sus estudios. Ani era muy respetada en el grupo y se convirtió en jefa vitalicia.



"Consíguete un tablero, yo te enseño", me dijo muy resuelta, y mi maestra no me falló. Era curioso verme con un gran tablero de madera dentro de su mochila recorriendo las carpetas de mi aula y el patio de mi facultad. Mi padre me lo hizo, las casillas estaban pintadas de amarillo y rojo,  los tableros portátiles no eran muy populares aún.



Paso el tiempo, aunque con Abraham, vecino y compañero de carpeta y del bus de regreso, sosteníamos duelos “titánicos”, dentro y fuera de mi aula me volví invencible, aunque debo confesar que con "Cerebro" pocas veces pude. Ani ya no conseguía vencerme, solamente una vez me “relajé”  y no la tomé en serio, oportunidad que ella aprovechó muy bien y festejó su victoria como si fuera una niña.



Perdí la pasión por el ajedrez. Ani está felizmente casada y reemplazó el tablero de ajedrez  por  biberones. Abraham esta “lejos”, lo extraño y también extraño la taza de leche y las galletas que su mamá nos preparaba mientras jugábamos. El tiempo pasa.


Aún me quedan dos semanas para estar en cama, ver a "Cerebro"  y  otros buenos amigos, leer algunos libros, ver unas películas y ...  comprar un nuevo tablero.


Beto.





CINE: "Miss Peregrine's Home for Peculiar Children" de Tim Burton

ARTE: "Figura en una ventana/ Muchacha en la ventana" (1925) de Salvador Dalí. Madrid, Museo Nacional Centro del Arte Reina Sofía