jueves, 20 de enero de 2011

CINE: "LA RED SOCIAL"

UNA FRASE

"CUANDO LA VIDA TE PRESENTE RAZONES PARA LLORAR, DEMUÉSTRALE QUE TIENES MIL Y UNA RAZONES PARA REIR".

Anónimo

LITERATURA:"COBARDÍA"

Pasó con su madre.¡Qué rara belleza!
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul!
¡Qué ritmo en el paso!¡Qué innata realeza
de porte!¡Qué formas bajo el fino tul!...
Pasó con su madre. Volvió la cabeza:
¡me clavó muy hondo su mirada azul!
Quedé como éxtasis...
Con febril premura.
"¡Síguela!", gritaron cuerpo y alma a la par.
... Pero tuve miedo de amar con locura,
de abrir mis heridas que suelen sangrar,
¡y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, la dejé pasar!

Amado Nervo

QUE PASÓ ESTA SEMANA


Nada es eterno, la necesidad de espacio y privacidad me obligo a remodelar una parte de la vieja casa de mis padres, se levantaron algunos muros, se tiraron otros, se hicieron nuevas instalaciones de agua y luz. Sin embargo, si algo realmente me afecto fue el corte parcial de mi servicio de Internet. Me sentí desconectado del mundo, la sensación de angustia sólo se asemejó a la que experimenté con la pérdida de un celular.

En los últimos años, casi sin darnos cuenta, los grandes avances de la tecnología han cambiado drásticamente nuestros estilos de vida, nos han hecho “tecnodependientes”. En Avatar, la obra del genial James Cameron, la conexión del pueblo Navi a la naturaleza crea un mundo mágico cercano a la perfección. esperemos que en nuestra realidad, la conexión con nuestros artefactos nos lleve en el mismo rumbo.

James Cameron en su película buscó representar un mundo idílico o ¿Acaso simplemente se limitó a reflejar el mundo que tenía frente a sus ojos? Un mundo donde los seres humanos no se conectan a la naturaleza a través de un apéndice, sino donde se conectan a la red a través de un cable.

MIS TEXTOS:"NO OLVIDEMOS EL OLVIDO"

No hace mucho, memoria, en el campo educativo, era una mala palabra, y pobre de aquel que le reconociera algún valor, era tildado de retrogrado.
Recientes estudios en diferentes campos han demostrado que esta función cerebral no limita sus tareas al almacenamiento y recuperación de información sino que también tiene un rol preponderante en los procesos cognitivos y en el aprendizaje.
Nuevos conceptos como el de la “memoria operativa”, capacidad cognitiva básica para mantener y manipular la información que vamos necesitando en la realización de tareas cognitivas complejas como el razonamiento y la comprensión (García Madruga: 15). O el de la “memoria a largo plazo”, que se ajusta a la definición clásica de memoria, pero que también es fundamental, pues constituye el gran almacén de los aprendizajes y proporciona información a la memoria operativa para que aquella pueda procesarla y responder los nuevos estímulos en base a la experiencia.
Si el concepto de memoria se ha actualizado, reconociéndole su verdadera importancia, debemos prestar también atención a otro proceso ligado a él: EL OLVIDO. Un proceso indisoluble al primero, tratar a uno implica necesariamente citar al otro. Ello nos puede proporcionar un punto de vista distinto para enfocar la memoria, optimizarla y por consiguiente optimizar el aprendizaje.
La definición de olvido es más amplia de lo que parece ser, prestándose muchas veces a confusión, citando a Walter Blumenfeld:
Llamamos olvido a dos procesos distintos: Cuando no podemos recordar el nombre de una persona, su dirección, etc., hasta tal punto, que ni siquiera los reconoceríamos en una serie de diferentes nombres o direcciones, entonces nos servimos de esta expresión. Pero también nos olvidamos de hacer algo que nos habíamos propuesto. En el primer caso se trata de los rastros de una experiencia perceptiva, que se ha debilitado o desorganizado; en el otro tenemos que ver con un intento concerniente a una acción por realizar. (251)

Además de lo expuesto en el párrafo anterior, también es necesario distinguir entre lo olvidado y lo desadvertido, el primero tiene que ver con lo que está al alcance de nuestra percepción, el segundo está relacionado con aquello que queda al margen de nuestro campo atencional. (Blumenfeld: 252)
Existen muchos factores o condiciones que favorecen tal “desvanecimiento” de información”, por la naturaleza del presente trabajo no se los podrá citar a todos ni tratarlos con profundidad, pero mencionaremos los que nos parecen más importantes.
Comprobamos diariamente en nuestras escuelas, que los nuevos aprendizajes, orgánicamente relacionados con otros ya existentes, los que Ausbel llamó “saberes previos”, se retienen mucho mejor que los aprendizajes aislados. Hardy, en su obra “Aprendizaje y cognición” relaciona memoria y comprensión con un ejemplo: “…las personas con un alto grado de conocimiento de baloncesto recordarán más cantidad de un resumen de un partido de baloncesto que las personas con poco conocimiento” (216).
También debemos tener en cuenta las llamadas leyes de asociación, que pese al hecho de haber sido formuladas por Aristóteles siguen aún vigentes. Según el filósofo griego, una asociación se constituye: 1) a base de una contigüidad espacial, 2) a base de una contigüidad temporal, 3) cuando los dos elementos son semejantes y 4) cuando forman un contraste (Blumenfeld: 240). Violar una de estas leyes dificulta el almacenamiento de información y favorece el olvido. Por ejemplo: es fácil recordar la relación sábado-domingo, pero muy distinto sería recordar la relación martes-sábado.
Las leyes de asociación nos llevan a la teoría de la estructura de la cual se desprende que los rastros bien organizados por formar estructuras sólidas resistan más que los débiles a la destrucción y a la modificación. Blumenfeld afirma que la noción de “fuerza asociativa” usada en dicha ley debe ser sustituida por la de “solidez de la organización” (254). Hardy parece rescatar las ideas presentadas por Blumenfeld al presentar: “el tema como fuerza organizadora”. Según Hardy la comprensión del tema es un factor importante de la comprensión ya que es muy difícil entender o recordar algo que a primera vista parece no tener tema. (214 – 215)
Otro factor a considerar es la cantidad de información a almacenar, como ya sabemos, la cantidad de información que puede almacenar nuestra memoria operativa es limitada. Bladimiro Soto Medrano al respecto afirma:
“…para organizar la multitud de conocimientos que manejas en tus estudios debes reducirlos a unidades informativas (los expertos hablan de “chunks”) cuya extensión o número de ellas esté alrededor de 7(+2, -2), es decir, que dicho número oscile entre 5 unidades como mínimo y 9 como techo máximo. Si las unidades o núcleos temáticos son menos de cinco, la información introducida en la memoria carecerá de la mínima diferenciación exigida para distinguir adecuadamente sus componentes y te resultara difícil recuperarla; cuando el número de “chunks” sea superior a 9, la sobrecarga de núcleos temáticos desbordara tu capacidad de controlarlas, pues te perderás en el bosque de tus propias ideas”. (52)

Tratemos de memorizar un número telefónico, seguidamente el número de un documento de identidad y luego el número de una cuenta de ahorros. De seguro nos será muy difícil retener dichos datos sin caer en errores, hemos comprobado que el olvido se efectúa con mayor rapidez cuando en un breve lapso de tiempo desarrollamos actividades mentales muy semejantes.
No abordaremos las inhibiciones, aquellas resistencias que la memoria debe enfrentar por parte del sujeto y que incluso tienen que ver con factores emocionales. Tampoco aquellos transtornos asociados a la vejez, enfermedades degenerativas o causadas por el consumo de sustancias tóxicas y que también afectan a la memoria.
La lectura y la experiencia adquirida a lo largo de varios años nos permiten propones algunas sugerencias.
1. Debemos desarrollar en los niños la capacidad de observación, ejercitando el análisis de imágenes y el manejo del lenguaje icono-verbal.
2. Incrementar la memoria a largo plazo a través de la lectura y la experiencia, harán más sólidas las conexiones con los nuevos aprendizajes y permitirá almacenarlos por más tiempo.
3. Prestar profunda atención en la planificación y diseño de las actividades significativas, estas deben estar integradas sistemáticamente y además deben vincularse a la experiencia y a las expectativas de los niños.
4. Si bien es cierto la cantidad de información que se exige manejar un niño se incrementa con el paso del tiempo, no debemos abrumarlo con datos, el uso de los organizadores de conocimiento son una buena alternativa para presentar la información de manera clara y pertinente. No debemos olvidar que nuestro rol como educadores ahora no es proporcionar información a los niños, sino estrategias para que ellos mismos la obtengan y puedan procesarla.

Humberto Calderón Espinoza


BIBLIOGRAFÍA

BLUMENFELD, Walter. Introducción a la psicología experimental. Lima: Librería Internacional del Perú, 1966.

GARCÍA Madruga, J.A. Comprensión lectora y memoria operativa: Aspectos evolutivos e instruccionales. Barcelona: Paidos, 1999.

HARDY, Thomas y Richard JACKSON. Aprendizaje y cognición. Madrid: Prentice Hall, 1998.

SOTO, Medrano, Bladimiro. Organizadores del conocimiento y su importancia en el aprendizaje. Huancayo: Razuwilca Editores, 2003.