martes, 17 de abril de 2018
UNA FRASE
"Uno debe pensar mal de todo el mundo hasta que, por supuesto, se demuestre que todos son buenos. Pero, actualmente, eso requiere de muchísima investigación".
Wilde, Paradoja y genio.
LITERATURA: "El niño y el amor" de Pablo de Jérica
En un hermoso prado
estaba un tierno niño,
con cautelosas redes
cazando pajarillos.
Amor de rama en rama
volando en aquel sitio,
como las avecillas
se vio también prendido.
Gozoso el ñoño al verle
decía "ay, qué bonito".
Mas al querer asirle,
tomó vuelo Cupido.
Quedó el niño llorando;
pero un pastor le dijo:
alégrate muchacho,
de no haberle cogido.
Incauto, no conoces
el riesgo que has corrido;
y, si hoy se escapa, pronto
vendrá a buscarte el mismo.
lunes, 22 de enero de 2018
LITERATURA: "Batman" de Lorenzo Helguero
Nunca he bailado con el demonio bajo la luz de la luna,
nunca el hartazgo ha colmado de naipes mi cuerpo,
nunca he sentido la furia o el odio del puercoespín.
Dicen que soy el Dios de la risa,
el hijo del caos,
el hacedor de desastres que se incendia y renace en la locura.
Pero mi sonrisa fue dibujada con navajas.
Mi sonrisa es un cántico de lágrimas
que desgarra lentamente la piel de los espejos.
Yo busco la Belleza en ríos de alcoholes y asombros.
Yo desafino montañas
y ciudades desterradas a la más pura oscuridad de los violines.
El ángel del ritmo canta
y se hace ave y murciélago y marea en mi pecho.
Soy el Arlequín de la Palabra,
el fingidor que escribe con la espada y con la espuma
un lenguaje de cenizas que es horror y es silencio.
nunca el hartazgo ha colmado de naipes mi cuerpo,
nunca he sentido la furia o el odio del puercoespín.
Dicen que soy el Dios de la risa,
el hijo del caos,
el hacedor de desastres que se incendia y renace en la locura.
Pero mi sonrisa fue dibujada con navajas.
Mi sonrisa es un cántico de lágrimas
que desgarra lentamente la piel de los espejos.
Yo busco la Belleza en ríos de alcoholes y asombros.
Yo desafino montañas
y ciudades desterradas a la más pura oscuridad de los violines.
El ángel del ritmo canta
y se hace ave y murciélago y marea en mi pecho.
Soy el Arlequín de la Palabra,
el fingidor que escribe con la espada y con la espuma
un lenguaje de cenizas que es horror y es silencio.
MIS TEXTOS: "El prisionero"
Sam dudaba, ¿aquello auguraba algo maravilloso o
era el presagio de un desastre?, pero si sabía que era la oportunidad que había
estado esperando por tanto tiempo. Recordaba aún la última vez que olvidaron
asegurar la puerta, el placer de volar, todo el alboroto que se armó para atraparlo y la suerte que tuvo de que lo
rescataran bastante maltrecho de las
fauces de aquel felino atigrado que pasaba horas observándolo.
La familia de Sam lo buscó en los parques cercanos, en las
casas de los vecinos y en los postes de electricidad, pero él había
desaparecido. Después de casi tres días,
cuando ya quedaban pocas esperanzas de encontrarlo, un fuerte aleteo en la
ventana llamó la atención
de los niños.
- ¡Sam! Mamá, ¡volvió Sam!
- ¡Sam! Mamá, ¡volvió Sam!
Allí estaba Sam, hambriento, con algunas plumas menos y lleno de polvo. Ni derrotado ni arrepentido,
pero sí feliz de volver
a su hogar.
Beto
Beto
LO QUE PASÓ ESTA SEMANA
Recientemente el Papa visitó nuestro país y lo paralizó
literalmente. Además de afectar el tráfico, nuestra ciudad entró en una especie
de trance. En las conversaciones, la televisión la radio y la red la visita del Sumo Pontífice era un
tema recurrente. Ni hablar de las miles de personas que se congregaron para
verlo en persona, polito blanco y gorrita incluida. Parecía que la ciudad entera
había ascendido a un plano superior.
Me produce satisfacción la visita del Papa. Sin embargo, dentro
de toda esa vorágine de emociones que despertó su visita, habría que
preguntarse hasta dónde toda está religiosidad es genuina y hasta donde la visita
del Papa es un producto más de consumo. No
soy un cristiano practicante, pero me arriesgo a afirmar que si sólo la mitad
de todas las personas que abarrotaron
las calles conocieran la doctrina cristiana, y la practicaran en parte, nuestra ciudad sería otra, nuestro país sería
otro.
Vivimos una época de grandes cambios sociales y
tecnológicos, y son los jóvenes los más afectados. Todos somos testigos que en
las nutridas manifestaciones que se realizan
en la ciudad la mayoría de participantes son jóvenes, embarcándose muchos de ellos en causas que le son ajenas o
desconocen y que tienen como única motivación la aprobación y la mirada del
otro.
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