domingo, 10 de febrero de 2019

¿QUÉ PASÓ ESTA SEMANA?: Los venezolanos


No hace mucho ver a un extranjero era algo raro. Se les veía en el centro de la ciudad o en las calles de los barrios más acomodados, tomado fotografías, visitando un museo o bebiendo un café.

La reciente crisis en Venezuela cambió poco a poco esta situación. En un inicio, por los general,  se les recibía amablemente, hasta con entusiasmo. Un apretón de manos, una sonrisa, unas palabras de aliento era cosa de todos los días.

Actualmente en nuestro país viven más de medio millón de ciudadanos venezolanos, la mayoría en la capital. En las mañanas, me basta abrir la puerta para ver a  tres o cuatro sentados en el muro de mi jardín esperando que abra el taller vecino. Los ves en todas partes: en el comercio ambulatorio, en los restaurantes, tiendas, atendiendo tus reclamos u ofreciéndote un servicio por teléfono. Hace poco llevé mi ordenador al taller de reparación, el que me arregló la máquina fue un venezolano, y la que me cobró la factura también, me dio gusto que el dueño siga siendo el mismo de siempre.

Nuestro vecinos han venido para quedarse por un buen tiempo, la xenofobia crece día a día, aún no se han producido casos serios de violencia, pero la tensión se incrementa. Un aumento de población tan grande y repentino no puede asimilarse de la noche a la mañana.

Esperemos que la situación en Venezuela mejore, que se creen filtros para evitar el ingreso de delincuentes y que nuestro gobierno adopte medidas urgentes, como el  solicitar ayuda internacional,  que garanticen el bienestar tanto de nuestros compatriotas como el de los ciudadanos venezolanos.

Por cierto, se han preguntado: ¿cuántos nuevos peruanos, hijos de padres venezolanos, han nacido ya en nuestro país?

OJOS PARA VER: "Universidad Nacional Federico Villarreal". Lima - Perú


MÚSICA: "You're The Best" por Joe Esposito

VIDEO: "The Passenger", de Chris Jones

UNA FRASE: "El gozo"

"El gozo es el principio y el fin de una vida dichosa".

 Epicuro

LITERATURA: "El guardián del hielo"


Y coincidimos en el terral
El heladero con su carretilla averiada
Y yo
Que corría tras los pájaros huidos del fuego
De la zafra.
También coincidió el sol
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
El heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
Bajo mi sombra, tan desesperada
Como inútil.
Diluyéndose
Dibujaba seres esbeltos y primordiales
Que sólo un instante tenían firmeza
De cristal de cuarzo
Y en seguida eran formas puras
Como de montaña o planeta
Que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
A cumplir con la vida:
Yo soy el guardián del hielo.

José Watanabe

MIS TEXTOS: "El mago de Oz"


Se cumplen ya ochenta años del estreno  cinematográfico: "El mago de Oz". Basada en el libro infantil del mismo nombre escrito por L. Frank Baum.

La película dirigida por un equipo encabezado por Víctor Fleming,  narra la historia de Doroty, una jovencita de una rural Kansas que fantásticamente es transportada por un tornado a una tierra maravillosa llamada Oz de la que trata de regresar.

El desarrollo de la trama es lineal, no existen saltos en el tiempo. Los hechos se desarrollan sin grandes sobresaltos, la ausencia de picos tal vez sea el punto débil de la cinta.

El despliegue técnico y artístico, acorde con la época, es sencillo, siendo sus puntos altos el maquillaje y el sonido. Resulta bastante ingenioso el cambio del blanco y negro al color para trasladar al espectador de la realidad a un mundo mágico.

Punto alto es la actuación  Judy Garland, en el papel de Doroty,  y de un impecable reparto, quienes hacen que nos creamos la historia. La presencia de Garland le da a la película un leve tono gris, muy distinto al que le hubiese dado una  candorosa  Shirley Temple, actriz que también estuvo postulando a dicho papel.

El éxito de la película, como todo cuento de hadas, es presentarnos de manera amigable personajes en los cuales nos podemos proyectar e introyectar, en hacernos recordar que los grandes retos no se encuentra en el mundo, sino dentro de nosotros. También que hay un cielo azul sobre el arco iris , que no hay otro lugar como el hogar y que para llegar a nuestro destino basta con seguir el camino amarillo.

BETO

CINE: “Battle Angel: La última guerrera”, de Robert Rodriguez


ARTE: "Apolo y Dafne" (1625) de Nicolas Poussin. Munich, Alte Pinakothek