Venadito de los montes,
seamos amigos, porque
el puma acecha y acecha,
venadito de los montes.
Te daré agüita en el mate
de mis manos, y hierbita
arrancada por mis manos,
venadito de los montes.
Tú me lamerás la cara.
Yo te acariciaré el lomo.
Saldremos todas las tardes,
venadito de los montes.
Cuando me muera o te mueras
(¡tendremos vida de lloque!)
estaré solo o tú solo,
venadito de los montes.
Mario Florian
1 comentario:
Un poema muy lindo.
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