sábado, 12 de abril de 2008

LITERATURA: "EL GUANTE"

En los estrados del circo
do luchan monstruos deformes,
sentado el monarca augusto
está con toda su corte.
Los magnates le rodean
y en los más altos balcones
forman, doncellas y damas,
fresca guirnalda de flores.

La diestra extiende el monarca;
ábrese puerta de bronce,
y rojo león avanza
con paso tranquilo y noble.
En los henchidos estrados
clava los ojos feroces,
abre las sangrientes fauces,
sacude la crin indócil
y en la polvorosa arena
tiende su pesada mole.

La diestra extiende el monarca;
rechinan los ferreos goznes
de otra puerta , y ágil tigre
salta al palenque veloce.
Ruge al ver la noble fiera
que en el circo precedióle
muestra la roja graganta,
agita la cola móvil,
gira del rival en torno,
todo el redondel recorre,
y aproximándose lento,
con rugido desacorde,
hace lecho de la arena
do yace el rey de los bosques.

La diestra extiende el monarca;
se abre al punto puerta doble,
y aparecen dos panteras
tintas en rubios colores.
Ven tendido al regio tigre,
y en contra raudas corren:
más el león da un rugido
y a sus pies tiéndense inmóviles

Desde la alta galería
blanco guante al sitio donde
las terribles fieras yacen,
revolando cayó entonces;
y la bella Cunigunda,
la más bella de la corte,
a un gallarde caballero
le decía estas razones:
"Si vuestro amor es tan grande
cual me juraís día y noche,
recoged el blanco guante,
como a un galan corresponde".

Silencioso el caballero,
con altivo y audaz porte,
desciende a la ardiente arena,
teatro de mil horrores;
avanza con firme paso
hacia los monstruos feroces,
y con temeraria mano
el blanco guante recoge.

Voz de júbilo y asombro
los callados aires rompe,
y damas y caballeros
aplauden al audaz joven.
Ya sube al lucido estrado,
ya está en los altos balcones,
ya se dirige a la bella,
ya con ojos seductores
Cunigunda le promete
de amor los supremos goces;
mas el altivo mancebo
grita: "Guarda tus favores";
el guante al rostro le arroja,
y huye de ella y de la corte.

Federico Schiller

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente pieza de literatura fina y profunda... Lo que transmite, el orgullo del caballero que no se deja chantajear de la dama debería ser un claro mensaje para cualquier hombre de nuestra época. El amor no admite chantaje.

Anónimo dijo...

Este poema lo recitaba yo en mis años de declamadora, poco a pocoe voy acordando de mis mejores actuaciones