Venid
a mí sonriendo placenteras
visiones
que en la infancia he idolatrado.
¡Oh
recuerdos! ¡Mentiras del pasado!
¡Oh
esperanza! ¡Mentiras venideras!
Ya
que huyen mis lozanas primaveras,
quiero
ser por vosotros consolado,
en
un mundo fantástico, poblado
de
delirios, de sombras y quimeras.
Mostradle
horrible la verdad desnuda
a los
que roban, de su ciencia ufanos,
a todo
ideal su hermoso aliño.
Pero
apartadme de de su estéril duda
y aunque
me cubra de cabellos canos,
dejadme
siempre el corazón de un niño.
2 comentarios:
Siempre me encantó este soneto de C A. Salaverry. Nos lo hicieron memorizar en Literatura de 5° año de secundaria,hace 50 años
Gracias totales !!!
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