La naturaleza del hombre siempre lo llevó a soñar poner sus pies en todo aquello que vas más allá de sus ojos. Primero se aventuró por tierras inhóspitas, subió montañas, cruzó desiertos. Luego vendría la conquista del enigmático e infinito océano y cuando ya no había más que conocer soñó con llegar al espacio.
La última frontera fue rota el 21 de julio de 1969 por el Apolo 11. Todos estos acontecimientos marcaron el fin de una era y el inicio de otra más ambiciosa, ¿hasta donde llegaremos?, nadie lo sabe parece que nuestra curiosidad no tiene límites.
Hace pocos días falleció Neil Armstrong, el famoso astronauta estadounidense, son muchos los homenajes que recibió y seguirá recibiendo, homeajes muy merecidos, pues pertenece a esa raza de aventureros que vencieron el temor y se lanzaron a lo desconocido y que, parafraseando a Armstrong, permitieron dar grandes saltos a la humanidad.
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