Salí
decidido a terminar con una situación que se había prolongado demasiado tiempo,
me sentía tan incómodo cada vez que la veía. Cogí la carta y me dirigí al correo.
A
medida que me acercaba, me asaltaban los remordimientos. Pobrecita, aunque
habíamos comenzado mal, ella se esforzaba por hacer que las cosas funcionaran,
es tan bonita, hermosa, pero es una engreída y tiene unas ocurrencias. Recuerdo la vez que tiro de mi polo en el bus
para no caerse, casi me lo quita, empezó
a reírse a carcajadas, frente a tanta gente, nunca me había reído así, y no lo he vuelto hacer. Además está su manía de tomarle fotografías a
todo y a todos. Me divierte tanto.
El
correo está tan lejos y me da tanta flojera ir a dejar esta carta. Debo ir
rápido, mi mamá me encargó limpiar la casa, y esta vez debo tener cuidado con la
lejía. Él es muy bueno, pero lo nuestro ya no puede continuar,
tenemos gustos distintos, me aburro y él tampoco la pasa bien conmigo. Me lleva a unos sitios para viejos, a mí me
gusta bailar, pasear por la noche en la playa con mis amigos. Sé que empezamos
mal, no debí iniciar otra relación tan pronto, la verdad, mi anterior relación aún no había terminado,
él lo sabía y me apoyó. Es lo bueno que tiene, es tan comprensivo y se preocupa por
mí,... me cuida, no he conocido a otro como él, creo que voy a llorar.
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