Te veo a pesar de la distancia,
rodeada de sombras, brillante.
Te oigo silenciosa, callada, muda,
hablando a mi corazón sin palabras.
Te huelo como se huele a la hierba,
al pasto, en noche de lluvia fresca.
Sabes a vida, a llanto, a risa blanca.
Te siento distante, callada, fría,
radiante con tu coraza de plata.
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