y en ese lago se convierte.
Los pájaros
se ocultan en el bosque y sin saberlo
son el bosque.
Lo que alguna vez amamos
se pierde en lo que somos: la nieve
ya no es nieve sino lago. El mismo
lago donde ahora cae la lluvia
sin que a nadie le importe.
Eduardo Chirinos de "No tengo ruiseñores en el dedo"
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