Empezamos un nuevo año, un periodo propicio para reflexionar sobre nuestros errores y aciertos, y también para plantear nuevas metas y desafíos.
Mientras la administración municipal tambalea por la improvisación y su inexperiencia, el gobierno central se encuentra a punto de librar una verdadera guerra.
Nuestro país no es inmune a la crisis mundial y sus efectos pronto se sentirán en nuestra economía, el periodo de bonanza terminará y generará una gran agitación social. El gobierno ya anunció medidas al respecto, como el estímulo al consumo interno y la inversión estatal. Sin embargo, no se logrará gran cosa si no se toman en cuenta verdaderas políticas integrales y no se logra un consenso con los demás sectores productivos.
También es necesario “asegurar” el frente interno castigando la corrupción, combatiendo la delincuencia y prestando oídos a las distintas demandas sociales, pero actuando con responsabilidad, firmeza y haciendo respetar el principio de autoridad.
El desafío es grande,se dice que en los momentos cruciales aparecen los grandes hombres, esperemos que el “comandante” esté a la altura.
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