lunes, 25 de julio de 2022

MIS TEXTOS: "Como antes"

 


Son las cuatro de la tarde, él mira un cuadro, sabe que ella dictó una conferencia en la mañana y no cree poder encontrarla, pero algo le dice que  la verá

— ¡Hola! — ella se dirige a él llamándolo por su nombre.

Él voltea, sonríen, se saludan con un abrazo. Ya hace más de dos años que no se ven.

Ella es una mujer joven, bella, una profesional exitosa, exigente con ella misma y con las personas que la rodean. Él es un hombre de mediana edad, que va donde lo llevan sus pasos, que confía en su  suerte y en lo que el destino le ofrece.

Salen del edificio, compran un emparedado, ella aún no ha almorzado. Se sientan en la hierba y empiezan a hablar. No es necesario esperar, las palabras fluyen. Él le cuenta sobre la muerte de sus padres, ella habla acerca de sus proyectos.

— La próxima semana debo dictar otra conferencia.

—Suena interesante.

— Siempre digo lo mismo. Luego tengo que viajar.

— Parece que no lo disfrutas.

— Ellos confian en mí, debo cumplir con mis compromisos. ¡Me siento abrumada! ¡A veces me da ganas de mandarlo todo al diablo! ¡Tengo miedo!— se quiebra, su bellos ojos empiezan a llorar, él  sufre por ella, pero ella no puede verlo.

— ¿Tus amigos?

— No tengo, cada uno está haciendo su propia vida. 

— Podemos hacer algo juntos.

— ¿Cómo qué?

Ha oscurecido, se dirigen al estacionamiento, él no tiene auto, ella habla con el encargado, le lanza el mando de su vehículo, él lo atrapa en el aire.

La ayuda a subir, retira un abrigo y se acomoda en el asiento del copiloto. Ella enciende el auto, la música en inglés empieza a sonar.

— ¿Qué haces tú?

— El trabajo, lo de siempre.

— Si está bien para ti.

Hacen planes de volver a verse.

El vio un anillo en su dedo, eso lo inquieta, necesita preguntar.

— ¿Y ese anillo?

— Es sólo un adorno —responde ella bajando los ojos.

—Si algo así pasa, me lo haces saber, me gustaría asistir.

El viaje está terminando, ella lo dejará en su casa, como antes.

El auto se detiene, él  se acerca a ella y besa sus labios con suavidad, ella sonríe. Él susurra:

— Te sigo amando, como antes.

Se despiden. El auto parte.

Beto

1 comentario:

Unknown dijo...

La soledad del éxito acompañan a la fémina. Él tiene el sosiego de una vida tranquila.