miércoles, 15 de mayo de 2013

MIS TEXTOS: "Visita al albergue"




A veces creemos que nuestros problemas son demasiado grandes, demasiado duros y nos quedamos sumergidos en ellos, sólo basta “mirar atrás”, como en la vieja fábula para ver los afortunados que somos y ver la vida de otra manera.

— ¿Qué les parece si aprovechamos este fin de semana para hacer alguna obra  —propuso uno de nuestros animadores de la confirma.
— ¿Hacer alguna obra? ¡Claro! —respondimos en coro.
—Podemos ir a algún albergue —sugirió uno de mis compañeros.

La idea prendio en nuestro heterogéneo y diverso grupo de catequesis. El albergue elegido fue uno que brindaba atención a enfermos mentales. La idea era prestar ayuda, mas la falta de experiencia puede convertir la ayuda en estorbo, los trabajadores de aquel lugar debían tener esto bien claro, pues para evitarse problemas y tenernos bien lejos nos enviaron a trapear el patio.

Era un patio inmenso, parecía patio de colegio, pero aprovechando nuestro número y la buena onda, la cosa se hizo agradable. Además éramos un grupo mixto y los juegos con agua no se hicieron esperar. Terminada la faena pudimos conocer a los internos.Para la mayoría de nosotros, muchos "niños de casa", aquella  visión nos causó gran impacto, frente a nosotros teníamos a verdaderas figuras fantasmales.

No recuerdo quién dio la idea, creo que fue uno de los trabajadores, pero apareció ante nosotros una radio y luego nos vimos en medio de un baile. Las chicas, ejercitadas en el baile en aquellos huequitos al frente de San Marcos, alborotaron la pista, los internos tampoco se quedaron atrás, lo disfrutaron, les hicimos pasar un buen rato, cumplimos nuestra misión. Como en todo baile hubo algún meloso, y no sólo con las chicas, pero pudimos manejarlo.

Es extraño, en aquella edad, donde muchos chicos y chicas, aún vivíamos la “edad del pavo” y no pisábamos la calle así nomás, al final de aquel día, estropeados y húmedos, regresamos contentos a casa, incluso, en mi caso, caminé casi una hora con una de mis pares comentando las incidencias de aquella inolvidable jornada.

BETO












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