Su cabeza es ancha, en forma de cuña; tiene orejas puntiagudas, levantadas, abiertas hacia delante; un hocico robusto con afilados dientes, capaces de romper huesos; y dos brillantes ojos como fuego, rodeados de cicatrices.
Un pelaje negrísimo y denso cubre su delgado y musculoso cuerpo, a excepción del hocico, donde se vuelve más claro. Tiene patas fuertes y firmes, terminadas en uñas negras.
Es un ser solitario, no por culpa suya, los demás animales le temen y se alejan de él. Pasa la mayor parte del día en su cueva, pero en las noches de luna llena escala una gran roca y empieza a aullar llamado a los suyos, aunque nadie le responde.
Lobo no conoce el miedo, es capaz de enfrentar a cualquier animal, y no mide las consecuencias. A veces se vuelve violento, empieza a destruir todo y pobre de aquel que se encuentra en su camino, en esos momentos, el mismo León evita su encuentro.Sin embargo, no abusa de su fuerza, nunca se le ha visto lastimar un animal pequeño.
Nadie sabe de donde vino, parece que llego a Selva Nueva siendo un cachorro. Le molesta conversar de su pasado o de su familia, no tiene amigos, pero le gusta escuchar a Búho, especialmente cuando aquel cuenta historias de viajes y aventuras.
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